miércoles, 2 de enero de 2008

Un mundo sin Religiones

Domingo 30 de diciembre de 2007
Ideas
Un mundo sin religiones

Las religiones han tenido críticos y defensores en toda la historia de la humanidad. ¿Son meros instrumentos de dominación política? ¿El opio de los pueblos? En esta nota, el autor de El nombre de la rosa reflexiona con humor sobre la vigencia de tan espinoso debate

En un reciente debate dedicado a la semiótica de lo sacro se terminó en cierto momento por hablar de aquella idea que va de Maquiavelo a Rousseau (y otros) sobre una "religión civil" de los romanos, entendida como un conjunto de creencias y deberes capaces de mantener unida a la sociedad. Yo señalé que de esta concepción, en sí misma virtuosa, se arriba fácilmente a la idea de la religión como " instrumentum regni ", expediente que usa un poder político (quizás la representación de los no creyentes) para tener controlados a sus propio súbditos.

La idea ya estaba presente en autores que conocieron la religión civil de los romanos y, por ejemplo, Polibio ( Historias VI) escribía, a propósito de los ritos romanos, que "en una nación formada sólo por gente sabia sería inútil recurrir a medios como estos, pero como la multitud, por su naturaleza voluble y sometida, tiene pasiones de todo género, deseos irrefrenables, ira violenta, no queda más alternativa que contenerla con aparatos diversos y con temores misteriosos. Por eso creo que los antiguos no introdujeron sin razón en la multitud la fe religiosa y la superstición sobre el Hades, sino que más bien están equivocados quienes buscan eliminarlas en nuestros tiempos Los romanos, manejando las cargas públicas y sumas de dinero mucho mayores, se conservan honestos sólo por respeto al vínculo del juramento; raramente se encuentran otros pueblos que no toquen el dinero público, mientras que entre los romanos es raro encontrar a alguien que se manche con tal culpa.

Si bien es cierto que los romanos se comportaban virtuosamente en la época republicana, ciertamente en determinado momento dejaron de hacerlo. Y se puede comprender por qué, siglos después, Spinoza dio otra lectura del " instrumentum regni " y de sus ceremonias espléndidas y cautivantes. "Es cierto que el secreto más grande y el máximo interés del régimen monárquico consisten en mantener a los hombres en el engaño y en esconder bajo el especioso nombre de religión el miedo con el que deben tenerse sometidos, para que combatan por su esclavitud como si fuese su salvación. Por otro lado se verá que en una comunidad libre, no se podría ni pensar ni intentar nada más funesto". ( Tratado teológico político ).

De aquí no era difícil arribar a la célebre definición marxista según la cual la religión es el opio de los pueblos.

¿Pero es cierto que las religiones tienen todas siempre esta " virtus dormitiva "? Otros tienen opiniones muy distintas. Por ejemplo, José Saramago se pronuncia contra las religiones como fuente de conflicto. "Las religiones, todas sin excepción, lejos de servir para unir y reconciliar a los hombres, por el contrario, han sido y siguen siendo causa de sufrimientos inenarrables, de estragos, de monstruosa violencia física y espiritual, que constituyen uno de los más tenebrosos capítulos de la mísera historia humana".

Saramago concluía que "si todos fuésemos ateos, viviríamos en una sociedad más pacífica". No estoy seguro de que tenga razón, pero por cierto parecería que indirectamente le respondió el papa Ratzinger en su reciente encíclica " Spe salvi " donde dice que, por el contrario, el ateísmo de los siglos XIX y XX, aunque se presentaba como protesta contra las injusticias del mundo y de la historia universal, hizo que de tales premisas hayan resultado las más grandes crueldades y violaciones de la justicia".

Tengo la sospecha de que Ratzinger pensaba en esos ateos de Lenin y Stalin, pero olvidaba que en las banderas nazis estaba escrito " Gott mit uns " (que significa "Dios con nosotros"), que falanges de capellanes militares bendecían a los gallardetes fascistas, que el masacrador Francisco Franco estaba inspirado en principios religiosos y era sostenido por los Guerreros de Cristo Rey (por más crímenes que pudieran haber cometido sus adversarios, fue él quien comenzó), que eran religiosísimos los vandeanos contra los republicanos que habían inventado una Dea Ragione (" insturmentum regni "), que católicos y protestantes se masacraron alegremente durante años y años, que tanto los cruzados como sus adversarios estaban motivados por razones religiosas, que por defender la religión romana se lanzó a los cristianos a los leones, que por razones religiosas se han quemado muchos en la hoguera, que son religiosísimos los fundamentalistas musulmanes, los que atentaron contra las Torres Gemelas, Osama y los talibanes que bombardearon el Buda, que por razones religiosas se enfrentan India y Paquistán y que, en fin, invocando " God bless America ", Bush invadió Irak.

Por lo que he llegado a reflexionar que (antes que opio de los pueblos) la religión ha sido la cocaína. ¿Será quizás el hombre un animal psicodélico?

Por Umberto Eco

LA NACION y L´Espresso

Traducción de Gabriel Zadunaisky

1 comentario:

  1. Decía Juan B. Justo al respecto: " Los mitos nacidos del terror supersticioso por los elementos que el hombre no comprende ni aplica, preparan el campo pra el establecimiento de sacerdocios, con los cuales adquiere influencia histórica la religión. Como factor histórico, la religión es la impostura, la iglesia con sus dogmas es a este fin un sucedáneo del poder militar. Pero hay una diferencia fundamental entre la religión y la iglesia. Religión es la ilusión, el sentimiento, es el error, es la fantasía que están en la cabeza y en el corazón de los hombres, sinceramente. Iglesia es la organización de otros hombres para explotar, con fines de gremio o políticos, la ilusión y la fantasía de los que creen. Es la organización profesional del error".

    ResponderEliminar