martes, 24 de marzo de 2015

24 de marzo – memoria para aprender

Viví la dictadura militar 1976-1983 durante mi adolescencia. Creo haber vivido lo que pasaba entonces bastante más conscientemente que la media de la población argentina. Ninguna virtud extraordinaria, sólo tener la suerte de haber estado rodeado de gente más informada que uno.

He relatado aquí en varias oportunidades situaciones y sensaciones que vivimos en aquellos años y que aún hoy las tenemos incorporadas como reflejos de autoprotección.

Pero lo que quiero destacar hoy es que trato de comprender a las millones de personas que apoyaron entonces la dictadura, con mayor o menor vehemencia. Todos los apoyos les sirvieron a la dictadura para hacer lo que hizo.

Ahora, lo que pido es a aquellos que hayan apoyado a la dictadura, ya sea por ignorancia, por temor, comodidad o falta de integridad, que ejerciten una dosis de reflexión y humildad ante lo sucedido, ante la siempre compleja realidad que transitamos. Debo suponer que el error que cometieron, apoyando la dictadura, los haga comprender mejor algunas cosas tales como la violencia, la intolerancia y el valor de la libertad.

Creo que los errores se pueden superar. Creo en la evolución de la inteligencia y la experiencia humana.

Pero lo que no tolero, o me resulta extremadamente desagradable y de una deshonestidad intelectual y humana inmensa, es quienes habiendo sido amigables con la dictadura, hoy se hayan convertido en feroces jueces de la moral ajena y espías despiadados del pasado de los demás.

A veces la militancia feroz anti-dictadura de los conversos, me hace pensar que son los mismos de siempre. Antes y ahora. Prefirieron, en el pasado, “las cosas en su lugar”, por las buenas o por la malas. Prefirieron un liderazgo cruel que pusiera en blanco o negro a la sociedad, una sociedad sin matices, una sociedad monocorde. Hoy, por métodos infinitamente más suaves, persiguen una realidad que les sea cómoda a su manera de pensar, sin matices y sin disidencias.

La dictadura nos dejó sus secuelas. Ya las superaremos, con más ejercicio de la democracia y menos comisarios políticos.

Cali

lunes, 23 de marzo de 2015

Anacronismo tecnológico y negacionismo climático

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CFK en China

(Este texto es una versión levemente ampliada de la nota publicada en Clarín el 18/2/15)

El año 2014 fue el más cálido del que se tenga registro. temp2014

Las alertas desde la ciencia nos indican que para evitar daños “irreversibles”, en las próximas décadas se deberán recortar las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 40-70% para el 2050 y reducirlas, “casi a cero”, para fin de este siglo.

Obviamente que el principal recorte de emisiones deberá darse en el consumo de combustibles fósiles, por lo que éstos no podrán ser las fuentes preponderantes en los próximos 30 años. Por el contrario, el protagonismo deberá recaer en las energías renovables.

A pesar de que China es hoy la mayor potencia en materia de energías renovables, -claro que esta “revolución” tiene su contracara en ser el mayor emisor de CO2 a nivel global debido a su modelo de industrialización-, la presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en su gira de esta semana por éste país, se animó a desairar el rol de éstas fuentes de energía, rubricando una visión anacrónica en materia energética y una posición “negacionista” sobre el Cambio Climático.

En su discurso frente a empresarios y banqueros chinos, la Presidente se jactó de no ser ingenua ya que no cree “que las energías fósiles vayan a desaparecer como por arte de magia”. También agregó, en un remate desubicado para los tiempos que corren, que ella sabe que “es políticamente correcto y muy cool hablar de las energías alternativas renovables”.

Así, de un plumazo, colocó al cambio climático y el desarrollo de las energías renovables en un mero asunto de “tilingos”. wind10

Paradójicamente, desde 2013 China viene liderando el crecimiento del mercado global de energía solar fotovoltaica y hoy es el primer país en potencia eólica instalada. Lejos de buscar mostrarse como una administración “cool”, el gobierno chino está obligado a disminuir sus emisiones y a reducir la contaminación producto de la quema de fósiles, que ha elevado el smog en muchas de sus ciudades a niveles intolerables para la salud de sus habitantes.

Pero la desactualización en materia energética de la Presidente no queda sólo allí. La obsesión de su gobierno por la energía nuclear demuestra un anacronismo ideológico y tecnológico.

Para justificar su predilección, Cristina Kirchner repitió, una vez más, el argumento de venta de la industria nuclear acerca de ser una fuente limpia, obviando las consecuencias del ciclo completo del combustible, que comienza con la minería de uranio y termina con los residuos radioactivos. nuclearrenovable

Pero además, la energía nuclear lejos de ser la fuente barata limpia y pujante que prometió alguna vez ser, es hoy una fuente cuestionada y estancada. Si se compara a nivel global el crecimiento de la nuclear con fuentes renovables puede observarse que mientras la eólica creció un 12% y la solar un 34%, en 2013 la energía nuclear sólo tuvo un incremento del 0,3%.

Al contrario a lo que piensa la Presidente, las renovables constituyen hoy un mercado creciente y tienen aún todo un potencial de desarrollo por delante. La incorporación a gran escala de las fuentes renovables y una intensa política de uso eficiente de la energía resultan cruciales para el reemplazo de los combustibles fósiles.

Las fuentes renovables son una opción real y tienen por delante un rol protagónico en el futuro energético inmediato, constituyen un mercado creciente en cada vez más países y el nivel de inversiones que hoy moviliza la colocan en una de las actividades tecnológicas más dinámicas y robustas.

El potencial eólico en nuestro país supera en más de 50 veces el consumo total eléctrico total. Tenemos sitios excelentes en vasta zonas del país para aprovechar muy eficazmente la energía solar.

No sólo tenemos recursos abundantes y tecnologías seguras y eficientes, sino que además un potencial de inversiones extraordinario capaces de generar miles de empleos verdes en una actividad asociada a uno de los más grandes desafíos de esta siglo, el cambio climático.

Juan Carlos Villalonga