jueves, 29 de noviembre de 2012

COP18: nuevos datos de la OMM (ommmm…)

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) acaba de publicar nuevo datos. En realidad se trata de un adelanto de un informe que dará a conocer el 4 de diciembre titulado “Un decenio de extremos” sobre el estado del clima correspondiente al decenio de 2001 a 2010.

Si bien adelanta datos de temperaturas de lo que va del 2012, los datos definitivos estarán recién para marzo de 2013. Nada que no sepamos ya, el 2012, a pesar del efecto de enfriamiento generalizado que provoca el fenómeno La Niña, estará entre los 10 años más cálidos de la historia.

Abajo coloco una reseña periodística de la propia OMM sobre lo que se dará a conocer.

Un hecho curioso. El país huésped de la COP18, Qatar, posee las emisiones de gases de efecto invernadero per cápita más altas del mundo!   

26-11-2012 / 21:00 h EFE

El presidente de la COP18/CMP8, el catarí Abdulá bin Hamad al Atiya, afirmó hoy que los estudios que hablan sobre las emisiones de C02 per cápita son "engañosos" cuando se refieren a estados tan pequeños como Catar o Singapur.

Después de inaugurar la Exposición sobre Sostenibilidad de Doha, que coincidirá en el tiempo con la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU, Al Atiya insistió en que Catar va por el buen camino.

"Estamos seguros de que vamos por el camino correcto, al dedicar una gran cantidad de fondos a asegurar la reducción de las emisiones de manera sostenible", subrayó.

Al Atiya añadió que Catar comenzó a desarrollar políticas verdes "hace muchos años".

Catar es el país con más emisiones de CO2 por habitante, al superar las 50 toneladas, por delante de EEUU, con 20, y la Unión Europea, con unas 10.

En fin.

¿Y por casa como andamos?

Veamos el siguiente gráfico extraído de la web del Banco Mundial. Aquí se contabilizan las emisiones de CO2 (toneladas métricas per cápita). Las emisiones de dióxido de carbono son las que provienen de la quema de combustibles fósiles y de la fabricación del cemento. Incluyen el dióxido de carbono producido durante el consumo de combustibles sólidos, líquidos, gaseosos y de la quema de gas. Es decir, sólo las emisiones producidas por la actividad energética.

En línea roja el promedio del mundo y la línea azul las emisiones per cápita de los argentinos. Como se puede ver, nuestras emisiones per cápita crecen e la medida que tenemos una actividad energética cada vez más dependiente de los combustibles fósiles. Ya estamos por encima del promedio global. Esto quiere decir que los argentinos debemos proyectar una reducción de emisiones per cápita para contribuir a la reducción global y hacer un uso equitativo de la atmósfera entre todos los habitantes de la Tierra.

Cuando todos los políticos argentinos alientan a una mayor actividad exploratoria fósil y el desarrollo de nuevas fronteras de explotación (no convencional y off shore) es obvio que están pensando que en Doha no se acordará nada ni en las subsiguientes reuniones tampoco.  Y algo similar pasa en la mayoría de los países.

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fragmento comunicado 966 OMM (28/11/12)

Aspectos destacados de la Declaración provisional de 2012

Temperaturas: durante los diez primeros meses de 2012 se dieron temperaturas superiores a la media en la mayoría de las zonas de la superficie terrestre del globo, sobre todo en América del Norte (registrándose las más cálidas en el territorio continental de Estados Unidos de América), el sur de Europa, el oeste y el centro de Rusia, y el noroeste de África. En gran parte de América del Sur y en África se dieron temperaturas superiores a las normales durante los diez primeros meses del año, dándose las temperaturas más anormalmente altas en zonas del norte de Argentina y en el norte de África. En gran parte de Asia se dieron temperaturas por encima de la media, mientras que en algunas zonas del norte de China las temperaturas estuvieron por debajo de la media. En Asia meridional y el Pacífico las temperaturas también fueron predominantemente más cálidas de lo normal, excepto en Australia.

Extremos: en todo el mundo se produjeron fenómenos extremos, pero algunas partes del hemisferio norte se vieron especialmente afectadas al producirse en ellas múltiples fenómenos extremos durante el período de enero a octubre de 2012:

  • olas de calor: durante el año se produjeron importantes olas de calor en el hemisferio norte, dándose las más destacadas de marzo a mayo en todo el territorio continental de Estados Unidos de América y Europa. Durante las olas de calor de marzo de 2012 se dieron muchos casos de temperaturas sin precedentes en Europa y se registraron casi 15000 récords diarios nuevos en todo Estados Unidos. En Rusia tuvo lugar el segundo verano más cálido registrado desde 2010. En verano se batieron numerosos récords de temperatura en Marruecos.
  • sequías: según el United States Drought Monitor (proyecto para el control de las sequías de Estados Unidos), al 25 de septiembre de 2012 en casi dos tercios del territorio continental de Estados Unidos (el 65,5 por ciento) se estaba dando una sequía de magnitud moderada a excepcional. Se dieron condiciones de sequía en zonas del oeste de Rusia y de Siberia en junio y julio, y en el sureste de Europa, los Balcanes y algunos países mediterráneos durante el verano. En China, en la provincia de Yunnan y en el suroeste de la provincia de Sichuan, se dio una sequía grave durante el invierno y la primavera. En el norte de Brasil tuvieron lugar las peores sequías en 50 años. En Australia, la precipitación total de abril a octubre fue un 31 por ciento inferior a la media.
  • inundaciones: en muchas zonas del oeste de África y el Sahel, en particular Níger y Chad, hubo graves inundaciones entre julio y septiembre debido a una temporada de monzones de intensa actividad. Las fuertes lluvias caídas desde finales de julio hasta principios de octubre provocaron unas inundaciones excepcionales en toda Nigeria. En partes del sur de China se dieron las lluvias más fuertes de los últimos 32 años durante abril y mayo. En septiembre el monzón causó inundaciones devastadoras en Pakistán. En el centro de Argentina y en zonas del norte del país se produjeron precipitaciones e inundaciones récord en agosto, y en algunas zonas de Colombia se dieron precipitaciones fuertes durante gran parte del año.
  • nevadas y frío extremo: en el continente euroasiático se produjo un período frío desde finales de enero hasta mediados de febrero, que destacó por su intensidad, duración y las repercusiones que tuvo. En el este de Rusia a finales de enero las temperaturas oscilaron entre -45°C y -50°C. En varias zonas del este de Europa se notificaron temperaturas mínimas de tan solo -30°C, llegando a darse temperaturas por debajo de -40°C en algunas zonas del norte de Europa y en el centro de Rusia.

Ciclones tropicales: la actividad de los ciclones tropicales a escala mundial durante los diez primeros meses estuvo muy cerca de la media de 85 tormentas del período 1981–2010, pues hubo un total de 81 tormentas (velocidad del viento igual o superior a 34 nudos o 63 kilómetros por hora). En la cuenca del Atlántico la actividad de la temporada de huracanes fue superior a la media por tercer año consecutivo, con un total de 19 tormentas de las que diez alcanzaron la categoría de huracán, entre las que destacó Sandy, que causó estragos en todo el Caribe y la costa este de Estados Unidos. Asia oriental se vio gravemente afectada por potentes tifones a lo largo de todo el año. El tifón Sanba fue el ciclón más fuerte de todos los que hubo en 2012 en el mundo. Afectó a las Filipinas, Japón y la península de Corea, desencadenando lluvias torrenciales y provocando inundaciones y deslizamientos de tierra que afectaron a miles de personas y causaron millones de daños en dólares de Estados Unidos.

 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Dilemas de la democracia

 
Quiero compartir un artículo de Vicente Palermo que se publica hoy ya que enfoca en una cuestión crucial. El foco es el dilema que desde hace algunos años, en la Argentina y en la región, se está discutiendo, aunque muchos aún no lo hayan advertido, sobre qué clase de democracia queremos y tendremos en nuestros países.
Recomiendo algunas notas previas sobre este tópico.
De manera progresiva ese debate se ha instalado entre nosotros y, más aún, ya está en plena ejecución un cambio sustancial en el contenido y las instituciones democráticas.
Lo que está en juego hoy no es el clásico debate acerca del “respeto” por las instituciones, o si toleramos o no los clásicos vicios de los personalismos o la “picaresca” caudillista. De lo que se trata es de una modificación en la estructura institucional, en el propio ideal de democracia que tales instituciones representan y, en lo posible, se intentará plasmar tales cambios en una nueva reforma constitucional, donde la reelección indefinida es sólo un elemento entro muchos otros. 
A mi juicio, este es el debate del momento. En lo personal, veo con preocupación que lo que se propone desde el poder es una democracia devaluada, autoritaria, que supone una sociedad con menos capacidad de reacción.
Creo que a las limitaciones de la democracia liberal debemos superarlas con mejores instrumentos y más ciudadanía. No por el atajo de legitimar las prácticas populistas. He aquí el dilema del momento.
Cali
  


Miércoles 28 de noviembre de 2012 | Publicado en edición impresa
Chantal Mouffe

Una sofisticada legitimación para democracias polémicas

Una respuesta a la pensadora belga, referencia intelectual del kirchnerismo, que relativizó la importancia de la herencia liberal y republicana al defender la experiencia de algunos gobiernos latinoamericanos
Por Vicente Palermo | Para LA NACION
Ernesto Laclau y Chantal Mouffe.
Días pasados, se publicó en Página 12 una interesante entrevista a la politóloga Chantal Mouffe, bajo el título "Hay que latinoamericanizar Europa", que continúa un debate en el que participan, expresa o tácitamente, muchos autores. Cabe observar que Mouffe es esposa de Ernesto Laclau, y ambos han publicado importantes trabajos en coautoría. También ambos, y sobre todo Ernesto, son, como se sabe, fuertes referencias intelectuales del kirchnerismo.
El núcleo de la entrevista está dado por la articulación entre democracia y liberalismo. Mouffe establece el contexto histórico de ciertos "modelos" de democracia, los europeos, y reivindica otros, las "nuevas democracias latinoamericanas". Ya que Mouffe habla profusamente de "modelos" de democracia, me parece necesario aclarar desde el comienzo que los "modelos" son perceptibles solamente a posteriori. En cada momento presente, lo que hay, lo que se observa, no es el funcionamiento de "un modelo", sino una lucha por establecer determinados valores. Por ejemplo, en 1853, en la Argentina, no se optó por "un modelo de democracia", se escogieron formas institucionales que la elite dominante veía como adecuadas para sus valores y problemas. Así pensadas las cosas, al sostener que los actuales gobiernos latinoamericanos han subordinado el elemento liberal y han puesto al elemento democrático como el principal, Mouffe incurre en una patente arbitrariedad: primero afirma que Latinoamérica no está obligada a aceptar el "modelo europeo"; luego, prescribe la democracia que ella prefiere, resuelve interpretar en términos de (su) modelo las "democracias latinoamericanas recientes" y decide cuál es el mix adecuado, presentándolo como de posible constatación empírica: "En las experiencias de las nuevas democracias de Sudamérica -dijo- no hay un rechazo a la tradición liberal, pero sí hay una articulación distinta entre las tradiciones liberal y democrática."
Pero Mouffe fuerza así las cosas. Primero porque, aunque no da nombres, sí podría decirse que ciertamente en algunas de las así llamadas "nuevas democracias" hay un abierto rechazo a la tradición liberal, tal es el caso de Bolivia, Ecuador, Venezuela y la Argentina. Este rechazo podrá ir más o menos lejos en cada país, pero está en la palabra y en las acciones de los gobernantes. Y segundo, lo que hace la autora de En torno a lo político , no muy disimuladamente, es abusar de lo que sería una interpretación para pasar a dar una receta, legitimada ahora, según su opinión, por las experiencias de los pueblos latinoamericanos. Justamente, como en su receta el mix de liberalismo y democracia es más equilibrado que en la realidad de algunos de esos países latinoamericanos, la entrevistada tiene la necesidad de afirmar que en las nuevas experiencias "no hay un rechazo a la tradición liberal".
Podría apuntarse en casos concretos una perspectiva contraria: hay países latinoamericanos -como Brasil, Uruguay y Chile- en los que la dimensión liberal de sus regímenes democráticos no se ha visto dañada. Esto representa una esperanza para todos aquellos que, como es mi caso, estamos convencidos de que el liberalismo, así como el republicanismo (con todo lo diferentes que son entre sí), constituyen dimensiones sin las cuales la índole democrática de un régimen político es inevitablemente erosionada. Por otra parte, esto pone directamente en cuestión otro supuesto fuerte de la entrevistada, el de la concepción de la propia democracia.
Salta a la vista que Mouffe tiene una idea eminentemente gubernativa de la soberanía popular. Es más, identifica a la democracia con esa idea. Así, dirá: "Ese predominio del componente liberal es lo que están poniendo en cuestión los gobiernos latinoamericanos, que han puesto al elemento democrático como elemento principal. El elemento liberal no ha sido eliminado, pero está subordinado."
En la democracia, la soberanía popular jamás puede entenderse -como sí se la entiende en los casos latinoamericanos ya mencionados- como encarnada o materializada en la voluntad de un cuerpo político y/o un líder. Cuando eso ocurre, las dimensiones liberal y republicana, así como la propia dimensión democrática, sufren daños irreparables. La soberanía popular, por el contrario, tiene diversos campos de realización, desde el electoral (todos los votantes la realizan, no solamente los ganadores) hasta distintas formas de participación política y en el juego de las instituciones. Instituciones que, para que estén abiertas a la participación popular, han de estar regidas por fuertes dimensiones liberales y republicanas.
Porque, ¿qué quiere decir que "el elemento liberal no ha sido eliminado, pero está subordinado"? Elijamos el caso quizá más difícil para contraargumentar, la propiedad social o la regulación de la propiedad por razones de bien público. ¿Se trata de una subordinación del elemento liberal? Difícilmente; en el marco de un régimen democrático, liberal y republicano, conflictos entre acciones o concepciones inspiradas en esas tres distintas orientaciones se plantean constantemente. Nada tiene esto de "subordinación" (aunque a mi entender, la entrevistada tiene razón al observar que en muchas de las democracias europeas la dimensión democrática ha quedado subordinada a la dimensión neoliberal). Lo que sí tiene en cambio mucho de subordinación - y me siento obligado a suponer que Mouffe lo aprueba- es el sometimiento del poder judicial o el remodelamiento de la Constitución con el propósito de que la "soberanía popular" (encarnada en una mayoría y un jefe) se perpetúe en el poder. En suma, a Mouffe parece no preocuparle -o, más bien, aprueba- que el "elemento democrático" subordine al liberal (del republicano nada dice). No se pregunta en qué medida la "rearticulación con predominio de la soberanía popular" erosiona al propio régimen democrático. La entrevistada es muy clara: "...uno no puede decir que países donde existe la posibilidad de la reelección indefinida, como Venezuela, sean menos democráticos que países sin esa posibilidad, como los europeos". Por el contrario, yo creo que la atención al principio liberal del control y la limitación del poder hace directamente a la calidad de la dimensión democrática de un régimen político.
Y esto nos lleva al punto de las opciones políticas de los electores. "Desde mi perspectiva -dice Mouffe en la entrevista-, el criterio para saber si un país es democrático es si a la gente se le da la posibilidad de escoger, si tienen alternativas y no simplemente alternancia entre partidos distintos que, una vez en el poder, no hacen ninguna transformación fundamental." Mouffe ahora mide la democracia según la actividad electoral de los ciudadanos, algo notoriamente unilateral. Pero asumiendo su criterio, ¿qué puede observarse en los países que ejemplifican las "nuevas democracias"? Que cuando las posibilidades de escoger son reales, esto viene acompañado con una negativa polarización. Esta polarización es celebrada por Mouffe, que es muy crítica en relación con el "consenso al centro" de los países europeos. Y yo creo, en cambio, que cuanto más diversa sea una democracia -es decir, cuanto más equilibradas y en tensión estén sus dimensiones democrática, liberal y republicana-, menos propenso será ese régimen a dar lugar a la polarización que Mouffe desea (el caso brasileño es un buen ejemplo).
Esto quizás ayude a entender por qué gobiernos como el de Cristina Kirchner encuentren tan atractivas las conceptualizaciones como las de Chantal Mouffe (o las de Laclau): sus impulsos crudamente imperativos de todo tipo encuentran allí legitimaciones sofisticadas.
Por fin, Mouffe hace bien en subrayar que "el objetivo de la democracia no es encontrar los procedimientos para poner a todo el mundo de acuerdo, porque eso no es posible, sino encontrar cómo manejar el conflicto". Pero mientras las interacciones en el "modelo" de democracia que ella prefiere tienen lugar en el registro "amigo-enemigo" que ella dice rechazar, es en las democracias republicanas y liberales donde el reconocimiento de la legitimidad del palermo-vicenteoponente y las interacciones de los sujetos políticos en tanto adversarios, que ella declara preferir, es más probable.
Hay por tanto una patente incongruencia entre su defensa de los "modelos latinoamericanos" y su preferencia normativa.
© LA NACION.

jueves, 22 de noviembre de 2012

The ambitions gap - COP18

Aquí otra de las postales pre-COP18. Informe del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) que se ha publicado en el día de ayer. Se titula The Emissions Gap Report 2012.

Se trata de visualizar la brecha existente entre las promesas voluntarias de reducción de emisiones realizadas hasta el día de hoy y el recorte de emisiones que se debería hacer para mantener el cambio climático dentro de los 2°C.

Sintéticamente, la brecha que se produce entre las reducciones comprometidas (suponiendo que se realizan!) y las emisiones que deberíamos tener en el año 2020, va desde las 13 GtC y 8 GtC (1 GtC = 1.000 millones de toneladas de CO2 equivalente)

Quiero citar aquí al informe: “Existe una incertidumbre cada vez mayor de que se cumplan las condiciones actualmente ligadas a los compromisos más ambiciosos de los países, y también algunas dudas sobre si los gobiernos acordarán normas contables internacionales rigurosas para los compromisos. Por ende, es más probable que la disparidad en 2020 se sitúe en el extremo superior del rango de 8 a 13 GtCO2e”.

Debemos recordar que para permanecer dentro del límite de los 2°C las emisiones a nivel mundial deberán alcanzar su punto máximo antes de 2020 y de allí en más, comenzar un descenso pronunciado.

Veamos el siguiente gráfico:

La línea de puntos es la evolución de las emisiones hasta el 2020 tal cual indica la tendencia (business as usual). Los Casos 1, 2, 3 y 4 son 4 hipótesis de emisiones en base al grado de cumplimiento de los compromisos asumidos por los países. La banda gris marca las diferentes trayectorias que deberían seguir las emisiones en los próximos años (hasta 2020) para estar por debajo de los 2°C. El promedio de esas emisiones en el 2020 es 44 GtC.

Como puede verse, lo que se ha puesto sobre la mesa, no alcanza. Y aún así, es muy difícil que se vaya a cumplir. Al no haber acuerdo legalmente vinculante una vez expirado el Protocolo de Kioto (31/12/12) quedamos a merced de los acuerdos voluntarios y las estrategias sectoriales. Ese es el mundo post Río+20. 

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Ese es el mundo de los próximos 8 años, un corto plazo, lo que debería ocurrir y lo que probablemente ocurra en esos años. Un enfoque de mediano plazo se puede ver en el cuadro más pequeño que reproduzco ampliado aquí abajo:

image Las dos bandas grises muestran las trayectorias que deberían seguir las emisiones para cumplir tanto con el objetivo de los 2°C y con el objetivo de 1,5°C. Este último es hoy considerado un límite mucho más racional desde el punto de vista social y ambiental que los 2°C.

Como puede observarse, las reducciones necesarias son profundas y rápidas. Estas trayectorias explican, por ejemplo, por qué debemos producir una transformación de la matriz eléctrica muy rápida, ya que la transición de abandono de los fósiles en el sector transporte e industria será más lento. Sugiero mirar “Escenario Energético Argentina 2030”.

Estas curvas muestran que la brecha existente entre lo que se planifica y los objetivos de reducción que todos los países debemos adoptar, es muy profunda. Basta revisar los planes energéticos en marcha en la Argentina. Por otro lado, Argentina ni siquiera ha puesto una meta voluntaria sobre la mesa.

Ahora, para completar, el comunicado del PNUMA.

Crece la disparidad en las emisiones de gases de efecto invernadero en la antesala de la crucial reunión en Doha sobre el clima

Mantener el incremento de la temperatura mundial por debajo de los 2 ºC todavía
es factible mediante reducciones potencialmente importantes en la construcción, el transporte y la silvicultura, pero se acaba el tiempo

Las promesas actuales de los gobiernos implican un incremento de entre 3 y 5 ºC en este siglo si no se toman medidas inmediatamente 

Londres, 21 de noviembre de 2012. Es necesario acelerar e incrementar de inmediato el alcance de las medidas contra el cambio climático para que siga siendo posible contener el incremento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2 ºC antes del final del siglo.

El Informe sobre la disparidad en las emisiones, cuya elaboración han coordinado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Fundación Europea para el Clima, se presenta días antes de la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático que tendrá lugar en Doha. En él se demuestra que los niveles de las emisiones de gases de efecto invernadero son un 14 % superiores a los que se preveían para 2020.

La concentración de gases causantes del calentamiento, tales como el dióxido de carbono (CO₂), lejos de disminuir, ha aumentado en la atmósfera hasta un 20 % desde el año 2000.

Si las naciones no toman medidas inmediatamente, es probable que las emisiones alcancen las 58 gigatoneladas (Gt) en ocho años, concluye el informe, en cuya elaboración han colaborado 55 científicos de más de 20 países.

Así pues, la brecha es hoy mayor que en las evaluaciones del PNUMA de 2010 y 2011. Ello se debe, en parte, a las previsiones de crecimiento económico en determinadas economías en desarrollo clave y a lo que se conoce como «doble contabilización» de las compensaciones de las emisiones.

En evaluaciones previas se hacía hincapié en que las emisiones deben situarse en torno a un
máximo de 44 Gt en 2020, a efectos de crear las condiciones oportunas para abordar
reducciones todavía mayores a un coste asumible.

No obstante, el Informe sobre la disparidad en las emisiones de 2012 señala que, aunque
todos los países cumplieran sus promesas y compromisos más ambiciosos, y aunque se
aplicaran las normativas más rigurosas, es inevitable que exista una brecha de 8 Gt de CO₂
equivalente en 2020.

Es decir, ha pasado otro año y la brecha ha crecido 2 Gt respecto a la evaluación del año
anterior.

Las evaluaciones económicas preliminares que se destacan en el nuevo informe prevén que
la inacción provocará un aumento de los costes. Es probable que estos sean entre un 10% y
un 15% más altos a partir de 2020 si las reducciones de emisiones necesarias se retrasan
hasta las próximas décadas.

Achim Steiner, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del
PNUMA, declaró: «El informe resume dos realidades. En primer lugar, que sigue siendo
posible reducir la disparidad utilizando las tecnologías y las políticas existentes. En segundo
lugar, que se están tomando muchas medidas estimulantes a escala nacional en el ámbito de
la eficiencia energética de los edificios, de la inversión en los bosques para evitar las
emisiones asociadas a la deforestación, de la reforma de la normativa referente a las
emisiones de los vehículos, así como de la inversión en las nuevas energías renovables, que
ha experimentado un crecimiento notable y ascendió en 2011 a 260 000 millones de
dólares».

«A pesar de todo, debemos ser conscientes de que la transición a una economía verde baja
en carbono e inclusiva está siendo demasiado lenta, de modo que el objetivo de las 44 Gt se
aleja cada año un poco más», añadió.

«Los gobiernos pueden negociar un nuevo acuerdo internacional sobre el clima para 2020,
pero han de ponerse manos a la obra de inmediato para cumplir los compromisos
económicos, de transferencia tecnológica y de otro tipo que asumieron en los tratados sobre
el clima de Naciones Unidas. Además, existe una amplia gama de medidas voluntarias
complementarias para reducir la disparidad entre la ambición y la realidad lo antes posible»,
concluyó Steiner.

El informe estima que es posible realizar reducciones potencialmente importantes de las
emisiones, de un promedio de 17 Gt de CO₂ equivalente, en sectores como la construcción,
la generación de electricidad y el transporte. De ese modo, la disparidad se reduciría
significativamente en 2020.

Entretanto, abundan los ejemplos de actuaciones a nivel nacional, desde la mejora de los
códigos de edificación hasta la modificación de la normativa sobre los combustibles para
vehículos; tales medidas, si se amplían y se reproducen en otros lugares, pueden ser muy
útiles.

Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático, afirmó: «Este informe nos recuerda que el tiempo se agota, pero
también que los gobiernos y las sociedades siguen teniendo a su alcance los medios técnicos
y los instrumentos políticos necesarios para contener el incremento de la temperatura del
planeta por debajo del umbral de los 2 ºC».

«Los gobiernos que acudirán a Doha para participar en el 18.º período de sesiones de la
Conferencia de las Partes deben poner en práctica urgentemente las decisiones que ya se
han aprobado, a efectos de acelerar la transición a un mundo con bajas emisiones de
carbono y más resistente. En particular, ello implica enmendar el Protocolo de Kyoto;
desarrollar una visión clara sobre cómo se puede poner freno a las emisiones de gases de
efecto invernadero en todo el mundo, antes y después de 2020; impulsar instituciones que
contribuyan a que los países en desarrollo se adapten y ecologicen sus economías; y definir
el modo de movilizar la financiación climática a largo plazo que precisan los países en
desarrollo. Además, los gobiernos deben encontrar urgentemente el modo de promover la
ambición», añadió Figueres.

Reducir la disparidad

El informe analiza una serie de sectores en los que es posible efectuar las reducciones
necesarias de las emisiones antes de 2020.

La mejora de la eficiencia energética podría propiciar reducciones de entre 1,5 y 4,6 Gt de CO₂
equivalente; a continuación se sitúan las reducciones que se efectuarían en la agricultura, de
1,1 a 4,3 Gt; en la silvicultura, de 1,3 a 4,2 Gt; en el sector de la electricidad, de 2,2 a 3,9 Gt; en
la construcción, de 1,4 a 2,9 Gt; en el transporte, incluidos el marítimo y el aéreo, de 1,7 a
2,5 Gt; y, por último, en el sector de los desechos, en torno a 0,8 Gt.

Construcción

En el informe se señala que determinados sectores tienen un potencial todavía mayor a largo
plazo. Por ejemplo, impulsar la eficiencia energética de los edificios podría propiciar
reducciones medias de alrededor de 2,1 Gt para 2020, pero las reducciones antes de 2050
superarían las 9 Gt de CO₂ equivalente.

«Esto implica que en 2050 el sector de la construcción podría consumir un 30 % menos de
electricidad que en 2005, a pesar de un incremento cercano al 130 % de la superficie
construida en el mismo periodo», explica.

El informe concluye que, para que esto ocurra, «en los próximos diez años es necesario
imponer códigos de edificación modernos en todas las grandes economías, tales como Estados
Unidos, la India, China y la Unión Europea».

También se pueden reducir las emisiones usando aparatos más eficientes en términos
energéticos, incluidos los sistemas de iluminación. En el informe se hace referencia al
programa «Top Runner» de Japón y a la Directiva sobre diseño ecológico de la Unión Europea,
iniciativas que han propiciado un descenso del consumo eléctrico en los hogares del 11 % y el
16 %, respectivamente.

Se menciona, asimismo, el programa de normas y etiquetado para los aparatos de aire
acondicionado que se ha aplicado en Ghana con el objetivo de ahorrar a los consumidores y
las empresas alrededor de 64 millones de dólares al año y unos 2,8 millones de toneladas de
CO₂ equivalente a lo largo de un periodo de 30 años.

Transporte sostenible

Se calcula que en el sector del transporte se pueden obtener reducciones de las emisiones de
2 Gt de CO₂ equivalente antes de 2020.

El informe subraya que el cambio ya está en marcha; en la Conferencia Río+20, celebrada
recientemente, los ocho bancos multilaterales de desarrollo más importantes se
comprometieron a destinar 175 000 millones de dólares a lo largo de la próxima década a
medidas como los sistemas de autobuses de tránsito rápido.

En el informe se recomiendan las políticas y medidas basadas en el principio de «evitar,
cambiar y mejorar», con el fin de optimizar la ordenación del territorio y de favorecer las
opciones alternativas de movilidad como el autobús, la bicicleta o los desplazamientos a pie
frente al coche privado, así como mejorar el uso del transporte de mercancías por ferrocarril y
las vías navegables interiores.

La mejora de las normativas referentes a los vehículos y la aplicación de planes de renovación
del parque automovilístico también pueden ser de ayuda. Según el informe, se espera que las
nuevas normativas que se han aprobado o propuesto en siete países, desde Australia y China
a la Unión Europea, la República de Corea y los Estados Unidos, reduzcan en más del 50 % el
consumo de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero de los nuevos
vehículos ligeros para 2025 respecto a los niveles de 2000.

Silvicultura

«Evitar la deforestación sigue siendo una medida infrautilizada, a pesar de que se trata de una
opción de bajo coste para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero», indica el
informe.

Entre las políticas para reducir la deforestación y, de ese modo, las emisiones de gases de
efecto invernadero están la creación de áreas protegidas, tales como parques nacionales, y el
uso de instrumentos económicos como impuestos, subvenciones y el pago por los servicios de
los ecosistemas.

El informe menciona a Brasil, donde las políticas de conservación y la caída de los precios de
los productos básicos agrícolas han provocado que la deforestación se reduzca en tres cuartas
partes desde 2004, con lo que entre 2006 y 2011 se han evitado 2,8 Gt de CO₂ equivalente.

En Costa Rica, las zonas protegidas ocupan ya más de una quinta parte del territorio. Las
emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido y el turismo ha crecido, de algo
menos de 390 000 visitas en 1988 se llegó a 2,5 millones en 2008. El turismo genera ahora
alrededor del 15 % del PIB.

Las medidas adoptadas en Brasil y Costa Rica son anteriores a las políticas de Reducción de
Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD o REDD+) adoptadas
en el marco de la Convención de las Naciones Unidas para luchar contra el cambio climático.
El informe señala que ampliar las actuaciones relacionadas con la iniciativa ONU-REDD, por
ejemplo, activa en más de 40 países, puede propiciar un descenso todavía mayor de las
emisiones y generar beneficios adicionales como la creación de empleo en el ámbito de la
gestión de los recursos naturales.

Notas a los editores

 El tercer Informe sobre la disparidad en las emisiones está disponible (en inglés), en:

http://www.unep.org/publications/ebooks/emissionsgap2012
 Si desea obtener más información sobre la primera y la segunda evaluación de la
disparidad en las emisiones, visite www.unep.org
 Portal del PNUMA sobre el cambio climático:
http://www.unep.org/spanish/climatechange/
 Fundación Europea para el Clima: http://www.europeanclimate.org/
 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático: www.unfccc.int
Para obtener más información, póngase en contacto con:
Nick Nuttall, Portavoz y Director en Funciones de la División de Comunicación e Información
Pública del PNUMA. Tel.: +254 733 632 755 / +41 79 596 5737; correo electrónico:
nick.nuttall@unep.org,
Shereen Zorba, Directora de la Mesa de Noticias del PNUMA. Tel.: +254 788 526 000; correo
electrónico: unepnewsdesk@unep.org

miércoles, 21 de noviembre de 2012

COP18, el ritual anual pre-navideño

En las vísperas de una nueva reunión de las Partes de la Convención de Cambio Climático (COP18), esta vez en Doha, Qatar, comienza a reiterarse el conocido ritual de las publicaciones de organismos internacionales y agencias científicas en relación al estado del clima.

Dicho ritual informativo, aunque reiterado y deslucido a raíz de las inocuas reuniones anuales, sigue siendo un imprescindible ejercicio que aún espera convertirse en factor de decisión política. Aunque por ahora, seguirá siendo un ejercicio académico y represente apenas un efímero interés periodístico previo a las navidades.

En el día de ayer la Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió su comunicado de prensa N° 965 titulado Las Concentraciones de Gases de Efecto Invernadero alcanzan un nuevo récord”.

Veamos:

Según la OMM, en 2011, la cantidad de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera alcanzó un máximo sin precedentes. Entre 1990 y 2011, se registró un aumento del 30% en el forzamiento radiativo, -el efecto de calentamiento en nuestro clima- debido al dióxido de carbono (CO2) y otros gases de larga duración en la atmósfera y que atrapan el calor del sol.

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El estudio de la OMM es un análisis de la composición actual de la atmósfera y su implicancia climática. Como se puede ver en el gráfico anterior, el CO2 es el principal gas que contribuye al aumento del efecto invernadero, contribuyendo en aproximadamente un 85% del incremento en el forzamiento radiativo durante la última década. La principal fuente de CO2 es la quema de combustibles fósiles. Otra importante fuente de este gas es la deforestación.

Veamos su evolución a lo largo de los años:

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Desde el inicio de la era industrial en 1750, se han emitido a la atmósfera cerca de 375.000 millones de toneladas de carbono (375 GtC) en forma de dióxido de carbono (CO2). Aproximadamente, la mitad de este dióxido de carbono permanece en la atmósfera mientras que el resto es absorbido por los océanos y la biósfera terrestre.

Esas emisiones de CO2 permanecen en la atmósfera durante siglos, incrementando el natural efecto invernadero y el consiguiente aumento de las temperaturas globales. La curva color azul refleja la concentración de CO2 en la atmósfera, un imparable ascenso que ha pasado del nivel preindustrial de 280 partes por millón (ppm) a los actuales 390,9 ppm en 2011.

Como era de preverse, en ausencia total de políticas globales para reducir las emisiones, el CO2 atmosférico alcanzó un nuevo record este año.

La curva verde nos indica esa concentración en ausencia del rol que cumplen los océanos y la biósfera terrestre absorbiendo CO2, los que actúan como “sumideros”. A lo largo de los años hemos ido perdiendo capacidad de absorción por la pérdida de masa vegetal debido a la deforestación. Sin embargo, la absorción se ha sostenido, los océanos han incrementado su absorción de CO2, pero no es gratuito. Según el vocero de la OMM “Hasta el presente, los sumideros de carbono han venido absorbiendo casi la mitad del dióxido de carbono que el hombre emite a la atmósfera, pero no necesariamente seguirá siendo así en el futuro. Ya hemos observado que los océanos se están volviendo más ácidos como consecuencia de la absorción de dióxido de carbono, lo que puede repercutir en la cadena alimentaria submarina y los arrecifes de coral. Existen muchas más interacciones entre los gases de efecto invernadero, la biosfera terrestre y los océanos, y necesitamos fomentar nuestra capacidad de vigilancia y nuestros conocimientos científicos con el fin de comprenderlas mejor”.  

La actual concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha generado un aumento de la temperatura global de alrededor de 0,8°C respecto de la temperatura promedio preindustrial. El valor exacto de este año lo sabremos con precisión para marzo de 2013.

Hasta aquí la OMM nos muestra el constante incremento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. ¿Qué sucederá de ahora en más?© The World Bank

Otro informe, esta vez del Banco Mundial, titulado "Turn Down the Heat: Why a 4°C Warmer World Must be Avoided”, publicado esta semana, advierte, en realidad, reitera, que la actual tendencia de emisiones globales nos conduce a una suba de la temperatura global por encima de los 3°C, con chances de alcanzar los 4°C.

Recordemos que la comunidad internacional ha acordado que la temperatura global no debería exceder los 2°C para mantener al planeta dentro de ciertos cambios climáticos “tolerables”. Ese límite es aún considerado excesivo por muchos.

Emitimos globalmente alrededor de 50 GtC anuales y ese valor aumenta año tras año, como puede verse en el gráfico de abajo. Aún con los “compromisos voluntarios” asumidos desde Copenhague (2009) para acá, el efecto sería mínimo (zona gris “Pledges range”). La tendencia indica que en el año 2020 se emitirán unos 56 GtC, con los “compromisos”, estaríamos entre 53 GtC y 55 GtC. Nada relevante. Vamos derechito a un colapso.  

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Nada nuevo. Sólo datos que muestran que ante la ausencia de acuerdos globales, inexorablemente, marchamos a una suba de temperaturas que ponen al clima en un terreno totalmente desconocido.

Este año se termina el Protocolo de Kioto. Buena parte de la comunidad internacional lo ha dejado morir, nuestro país hizo lo suyo también. No hay “acuerdos voluntarios” ni acciones individuales, por más bien intencionadas que sean, que puedan revertir las gigantescas tasas de deforestación, el incremento demencial en el uso del carbón y el consumo imparable de petróleo y gas.

Habrá más postales pre-navideñas mientras se desarrolle, sin pena ni gloria, la COP18.