domingo, 27 de mayo de 2012

“Fracking” a la economía verde

Los ataques a la “economía verde” por parte del Gobierno Nacional son una maniobra de maquillaje político para encubrir los disparates ambientales presentes y futuros. El “fracking” es un buen ejemplo de lo que se viene y para eso, hay que despejar el terreno.

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Un ejemplo de lo que se viene es lo que hoy, Domingo, tanto La Nación como la revista Viva de Clarín, le dedican informes especiales. Informes sobre el potencial argentino en materia de gas y petróleo “no convencional”. Ambas coberturas procuran dimensionar el potencial existente, la inversión económica y, muy tímidamente, el desafío ambiental que se nos viene (1).

En apenas un párrafo, en La Nación, se dice que “el otro desafío consiste en producir esta nueva riqueza con el menor costo ambiental posible. La fractura de la roca madre demanda grandísimas cantidades de agua que se contamina con lubricantes. La explotación de los nuevos hidrocarburos desatará un debate sobre el equilibrio ecológico más intenso que el que hoy rodea a la minería”. En la revista Viva un recuadro menciona “la polémica en Europa y en los EE.UU.” haciendo mención a las prohibiciones de la tecnología de fraking en algunos países y los problemas denunciados, por ejemplo, en el film “Gasland”.

No tengo nada que agregar a lo dicho en mis notas previas Yo le digo no al “shale gas” y Hace falta una nueva visión energética. 

La decisión del Gobierno Nacional de avanzar hacia esta nueva frontera petrolera, con el respaldo de parte de la inmensa mayoría de la denominada oposición, es hoy una expresión acabada del fuerte consenso que existe en la Argentina en incrementar nuestra dependencia fósil. Repito algo que ya señalé, el “shale gas” y el “shale oil” no es más de lo mismo, es peor a lo que ya conocemos. Allí vamos, y el consenso extractivista no admite disensos.

La abrupta expulsión de Repsol de YPF fue una maniobra epopéyica para sacarse de encima un mal socio, que no cuenta ni con tecnología ni plata, para poder avanzar con Vaca Muerta, el Shale Gas.

Pero esta política energética plena de gestos grandilocuentes tiene directa relación con una prédica ambiental también disfrazada de gestos heroicos.

Esta semana he leído a autoridades ambientales nacionales “plantarse” frente al debate de la denominada “economía verde” en el contexto de la Cumbre de Rio+20. Según Telam La posición de la Argentina en la cumbre de Río+20 tendrá como eje el lema “no a la Economía Verde” que proponen los centros de poder, según indicó la subsecretaria de Planificación y Política Ambiental, Silvia Révora.

El debate en torno a la “economía verde”, o dicho de otro modo, la economía que haga factible el desarrollo sostenible, no es un debate por si o por no, ni mucho menos, un debate inocente. Caben allí la amplia gama de ideas e instrumentos económicos enrolados en corrientes económicas heterodoxas e innovadoras, así como también, la más variada gama de los gatopardismos que todos conocemos. Estos últimos, siempre con grandes chances de ser los protagonistas.

¿Qué esconde el “no a la economía verde” del Gobierno Nacional?

Simplemente huir de todo debate económico que pueda poner en duda algunas premisas sagradas del modelo: extractivismo sojero, deforestación, extractivismo minero, profundización de la dependencia de los combustibles fósiles y, ahora, fracking.

No es que el gobierno ha emprendido una lucha contra las corporaciones que hacen maquillaje verde o greeenwashing, no es que ha emprendido una lucha contra los estados que bloquean los acuerdos ambientales globales  bajo un doble discurso, no es que enfrenta a burócratas y tecnócratas de los organismos internacionales que innovan el vocabulario pero no las recetas.

No. Nada de eso. Lo que se defiende es el derecho a que a nadie se le ocurra cuestionar las bondades ambientales de los biocombustibles, de la producción de soja, de la megaminería o lo que fuere.

Por eso, en la misma nota periodística, más adelante, se explicita donde está el enemigo: “En la misma dirección se expresó Cabandié, quien señaló que “no tenemos que tomar los enlatados de las ONG que se ocupan del tema. Primero hay que recordarles que se preocupen por su país de origen. Tenemos que enfocarnos en mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo” (Telam).

El mismo discurso con el que se atacaba al movimiento verde hace 40 años atrás. El Retro-progresismo, a pleno.

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(1) En La Nación hoy: “Un tesoro oculto en Vaca Muerta: qué se esconde en el subsuelo neuquino” ; “Una gran posibilidad que tiene implícito un gran desafío”.

domingo, 20 de mayo de 2012

Un año de Los Verdes

Cumplimos 1 Año

Cumplimos nuestro primer año y debemos decir que si bien la convicción y la vocación eran muy grandes desde el inicio, también nuestros interrogantes eran enormes. ¿Por dónde empezar? ¿Cómo poner en marcha un proyecto como Los Verdes?

Un balance de este año inicial es que aquello de “una idea a la que le ha llegado su momento” resultó un sentimiento común para mucha gente y eso ha sido una energía inmensa que nos ha alimentado todo este tiempo.

También, a veces las expectativas generadas por la aparición de Los Verdes han sido muchas, a veces, abrumadoras: “tienen que ser más ambiciosos”; “sean más pragmáticos”;“muestren sus propuestas para la coyuntura”; “expliciten un programa global de cambio radical del sistema productivista” y así muchas más.

Y todas esas expectativas están muy bien. Los Verdes queremos ser una genuina herramienta política para los muchos que aspiramos un cambio profundo en el modo en que se hace política y el modo en que se entiende el desarrollo económico.

El proyecto político de Los Verdes debe ser profundamente contracultural. Debemos interpelar sin temor las verdades sagradas de las ideologías dominantes hasta hoy, puesto que ellas nos han conducido a la actual crisis. A la encerrona de la ideología del crecimiento infinito y su contracara de destrucción, despilfarro y desigualdades descomunales.

Estamos convencidos, y los hechos nos lo demuestran, que no se supera esta crisis con más “maquillaje verde”, con más secretarias de medioambiente o nuevos programas de desarrollo“sostenible” que sólo procuran disimular un capitalismo insano y suicida.

Nuestras sociedades tienen que emprender un camino de transformación radical de nuestros estilos de vida, del modo en que producimos y consumimos, el modo en que nos relacionamos con la naturaleza y cómo pacificamos y democratizamos nuestras relaciones sociales. Es una revolución que debe ser el gran salto de la humanidad en el siglo XXI.

Es una transformación que ya está en marcha en diversos terrenos. En todo el mundo y en nuestro país hay gente trabajando para construir un futuro verde. Pero se trata de un desafío gigantesco y, a la vez, urgente. Está en riesgo nuestra propia supervivencia. Es nuestra responsabilidad superar este desafío, son años cruciales.

Los Verdes estamos convencidos que los liderazgos que nos han traído hasta el punto crítico en el que hoy nos encontramos difícilmente puedan brindarnos una verdadera solución. Te convocamos a construir junto a nosotros una alternativa verde genuina y plural. Te convocamos a fortalecer una política de transformación colectiva y que atienda a las necesidades e ilusiones de las personas para hacer posible la felicidad que todos nos merecemos dentro de los límites ecológicos de nuestro Planeta.

Juan Carlos Villalonga

Los Verdes

Carlos Merenson, de Los Verdes-FEP, en TEDx

domingo, 6 de mayo de 2012

Para la tribuna que lo mira por TV


Se sabe que el gobierno está en una escalada planificada de cara a la los Juegos Olímpicos en Londres. Quiere “Malvinizar” esos juegos y está construyendo el clima, el relato y la épica a una estrategia que no pasa de la provocación y la búsqueda de la reacción del otro. Una vez lograda la reacción, ya sea un insulto, un chiflido, un gesto de rechazo, entonces sí, el nacionalismo “victimista” tendrá su pieza de colección. ¿Malvinas? no pasará nada, lo que importa es el relato y alimentar la pasión.
El spot malvinero de estos días es una pieza en esa construcción. Torpe por donde se lo mire. Generó el obvio rechazo de los habitantes de Malvinas y de Inglaterra. Pero también provocó rechazo entre los deportistas que participaron de la sexta edición de la Maratón de las Islas Malvinas, oportunidad utilizada subrepticiamente para filmar el spot. Su intención, opuesta al espíritu deportivo con el que se desarrollaron esos juegos, provocó el rechazo de los propios impulsores de la participación argentina en esa maratón. Entre los deportistas que hablaron está el testimonio patético de quien es el protagonista del spot, sin haberlo sabido, aparentemente.
El Comité Olímpico Internacional (COI) reaccionó y pidió que “no se politicen” los juegos y rechazó el aviso. La propia empresa publicitara Young & Rubicam manifestó su desacuerdo con el spot, que sus mismo creativos habían “craneado” y solicitó suspender su emisión. Un papelón importante la de estos muchachos.
Una semana antes la embajadora argentina en Inglaterra, Alicia Castro, protagonizó un episodio en una conferencia del canciller británico, haciendo un reclamo, cuyo contenido pasa a ser lo menos importante, por el contrario, es la forma la que permite encender los ánimos de manera confusa. Una estrategia más apropiada para una organización que procura visibilizarse que la de un representante gubernamental. No quiero decir que deben guardarse a rajatabla las formas diplomáticas recoletas y pacatas. Pero, la estudiantina, protagonizada por un funcionario de un gobierno que ejerce plenamente su poder, me parece una frivolidad que pulveriza la seriedad del reclamo. La ubicación de Alicia Castro en funciones diplomáticas en Londres este año, saliendo de Venezuela, obedece al plan malvinero a desarrollarse de cara a los Juegos Olímpicos.
Hoy leo que el ciclista Luis Curuchet, quien participará en los Juegos de Londres, teme que los atletas argentinos sean silbados en las competencias. Tal episodio, en realidad, sería el resultado buscado por el gobierno. Si eso ocurre, habrá sido un éxito y los atletas podrán ser recibidos como nuevos “héroes” de Malvinas en la Casa de Gobierno.
Nada tiene que vincularse entre el deporte y los conflictos políticos, mucho menos, cuando ha corrido sangre debido a ese conflicto. Pero la estrategia elegida es la más riesgosa, de altísimo impacto, no hay duda, pero de muy dudosos resultados.
También leo hoy que el gobierno nacional ha cerrado varios nuevo contratos para importar gas licuado por vía marítima durante 2012. Uno de esos contratos es con la petrolera británica BP.
Para la tribuna que lo mira por TV.  


martes, 1 de mayo de 2012

El arte de lo posible

Agrego unas líneas más sobre la cuestión YPF que amplían mi nota original “Hace falta una nueva visión energética”.

Unas semanas atrás, en el marco de la inauguración del canal TV Tecnópolis, la presidenta se refirió a algunas críticas recibidas por el proceso de nacionalización de YPF. Sus dichos fueron en respuesta a quienes cuestionan el “¿Por qué ahora?”, haciendo referencia a la contradictoria política energética seguida en los últimos años, durante los cuales, no se tomaron medidas en la dirección que ahora se considera correcta.

La respuesta de la presidente está en este video, entre los minutos 08:00 a 09:15.

La respuesta es, retóricamente, brillante. Ciertamente, las decisiones políticas se van adoptando en un contexto de posibilidades que se construye paso a paso, y no es un mero acto de voluntarismo. Impecable.

Pero ocurre en este caso, como ya ha sucedido en otras ocasiones, que el salto hacia adelante que propone el gobierno encubre sus flagrantes contradicciones, presentes y pasadas.

¿Son esas contradicciones relevantes?

Si. Tener ahora una mirada crítica y casi ajena para con la política hidrocarburífera de estos últimos años es un gran acto de prestidigitación. En su tercer mandato consecutivo, el kirchnerismo reconoce ahora que la debacle de las reservas es un problema severo, que el agujero que se ha ido agrandando año tras año no es sustentable cubrirlo con importaciones crecientes, por más épica que se le hayan puesto a las primeras importaciones de combustibles desde Venezuela. La ceguera con la que se actuó en estos 10 años de gestión los hacen absolutos responsables de lo que ha sucedido. 

La inmensa cantidad de dinero destinada a subsidios a la energía, algo así como u$s 50.000 millones desde el año 2005 para acá, han servido de poco. La benevolente relación que mantuvo el Gobierno todos estos años con la empresa Repsol lo hace socio del vaciamiento y la desinversión de esa empresa. Situación que se extiende, además, a todo el sector de hidrocarburos.

¿Había un contexto para “otra cosa”?

Por supuesto. Todo esto sucedía en un contexto en donde las alarmas se encendían constantemente. Pero la sistemática actitud fue ignorarlas, criticarlas y, si eso era posible, amedrentar toda expresión crítica dentro del sector energético.

Nada, absolutamente nada de lo que ocurrió (o dejó de ocurrir) en el sector de la energía durante los últimos 10 años se debió a un Gobierno Nacional indefenso, sin posibilidades de control o sin margen de maniobra. Fueron todas decisiones de un gobierno que, por las razones que fuere, decidió, a plena conciencia de lo que sucedía, sostener una gestión que ahora hace agua por todos lados. No faltó información, no faltaron opiniones de advertencias ni faltaron recursos económicos para actuar. Pensemos en el pobre rol que ha jugado ENARSA todos estos años.

Por supuesto, es contra-factico, pero fueron años con posibilidades de una gestión diferente, quizás sin tanta épica, puede ser, pero ganando tiempo y dinero.

Podría también referirme al rol que ha jugado en los 90 el elenco gubernamental, y que no fue un rol secundario precisamente. De eso se han publicado y documentado infinitas pruebas que los incriminan. A pesar de sus acusaciones vehementes a los 90, esa década tuvo a las principales figuras de este gobierno como impulsores o testigos silenciosos de privatizaciones y despojos.

Debo recordar que en esa década, cuando YPF dejó de ser una empresa estatal, se alzaron voces desde todas las sectores políticos, incluso dentro del PJ (grupo de los 8) y también hubo voces desde el sindicalismo que no fueron parte de esa comparsa. Es decir, hubo espacio para el disenso y el debate. La vehemencia de hoy contrasta con los silencios de ayer.

“Algunos dicen por qué no lo hicieron antes. Pero la historia se construye como se puede, no como se quiere, la historia no es un camino recto, sin tropiezos y caídas, es con altibajos y obstáculos que hay que sortearlos” (CFK)

Absolutamente cierto. Pero una cosa es reconocer que es necesario aguardar las mejores oportunidades, momentos propicios o coyunturas favorables para tomar ciertas decisiones, y otra cosa es haber avalado o actuado en el sentido opuesto a las convicciones que hoy se expresan.

Insisto, no son sólo contradicciones respecto de lo ocurrido hace 20 años atrás, hace menos de un año el relato decía otra cosa sobre YPF-Repsol y sus directivos.

En fin. Es cierto, en política se hace lo que se puede, si, pero dentro de un contexto de lo que se debe o se cree que debe hacerse. Si eso no ocurre, estamos ante un posibilismo errático, de ideales flexibles y carente de un proyecto político claro.

 

Diciembre 2010. Anuncio del descubrimiento de YPF de los yacimientos de gas no convencional en Neuquén. La caída de reservas en petróleo y gas eran ya estrepitosas. Los gráficos que la presidenta mostró en el Congreso de la Nación en marzo de 2012 mostraban su punto más bajo precisamente en el 2009/2010.