viernes, 30 de diciembre de 2011

En el 2012 no se acaba el mundo ¿Qué vas hacer?

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Aprovecho estos días entre las fiestas para escribir estas líneas, un ejercicio que hice en los últimos cambios de calendario.

Al igual que en años anteriores, en diciembre aparecen las repetidas y cada vez más deslucidas crónicas de los desencuentros y pocos avances de las cumbres climáticas. Este año el epicentro geográfico fue Durban, Sudáfrica.

Los titulares, otra vez, abundan en palabras como “fracaso”, “estancamiento”, “pocos avances”, “pobres resultados”, etc. Nada sorprendente. Todo fue tal como racionalmente era de esperarse. En “Unos de mis deseos para el 2011” describí algunas de las razones que observo y que nos están deslizando cuesta abajo en el fracaso climático. Sin abundar en lo ya escrito allí, la falta de liderazgo político ha sido fatal para otro año más de inacción.

Odio repetirme, por eso recomiendo pegarle una ojeada a lo escrito en varios artículos en los último meses. En uno de ellos describo lo que es para mi, a esta altura, un sano pesimismo climático, ya que supongo que lo irracional no es nada sano. Por lo menos, en estos temas.

Es absolutamente irracional y adormecedor, por ejemplo, hablarle a la gente de las “cosas que hay que hacer para proteger el clima” si sabemos, dramáticamente, que lo que está destruyendo el clima es enormemente superior a todo esfuerzo individual. También es ofensivo a la inteligencia humana la práctica de hacer política en base a mentiras, tanto sea en su versión “negacionista” como las de aquellos que irradian un optimismo verde trucho-pálido. Es claro que es mucho más cómodo hacer política evitando dar las malas noticias. Obvio.

Veamos dónde estamos: Las emisiones mundiales de dióxido de carbono por la quema de combustibles fósiles han aumentado en un 49 por ciento en las últimas dos décadas, según las cifras más recientes recopiladas por el Global Carbon Project (GCP). En promedio, las emisiones de combustibles fósiles han crecido un 3,1 por ciento cada año entre 2000 y 2010, es decir, tres veces la tasa de crecimiento durante 1990; y se prevé que ha seguido subiendo en un 3,1 por ciento en 2011.

Además, las emisiones totales --que combinan la combustión de combustibles fósiles, la producción de cemento, la deforestación y otras emisiones-- alcanzaron los 10 mil millones de toneladas de carbón en 2010.

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La concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó las 389,6 partes por millón.

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Las mayores contribuciones al crecimiento de las emisiones globales en 2010 fueron producidas por China, Estados Unidos, India, Rusia y la Unión Europea.

"Las emisiones mundiales de CO2 desde el año 2000 se están acercando a las proyecciones hechas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que exceden los 2 grados de calentamiento", afirma la coautora del estudio del GCP, Corinne Le Quéré, directora del Centro Tyndall para el Cambio Climático y profesora en la Universidad de East Anglia, quien añade que, sin embargo, "los gobiernos se han comprometido a mantener el calentamiento por debajo de los 2 grados centígrados para evitar sus aspectos más peligrosos, tales como la escasez de agua generalizada, el aumento del nivel del mar, y el aumento de eventos climáticos extremos”.

Del dicho al hecho, hay un enorme trecho.

Algunos creen en la pavota idea que el 2012 significará el fin del mundo. Lo siento. No sólo no lo creo sino que tengo la absoluta certeza de que no vamos a ver semejante espectáculo. 

En cambio, si estamos teniendo el enorme privilegio de ser la generación que, en el final de la era del petróleo, estamos dejando al planeta en condiciones totalmente diferentes a cómo lo habíamos agarrado. Por cierto, bastante peor. La era del petróleo llega a su fin, es inexorable. Podemos ponerle fin de manera… revolucionaria, cambiando a tiempo, generando una nueva cultura post combustibles fósiles o podemos declinar con él y llevarnos puesto al planeta entero. Miren el privilegio que tenemos! Y no depende de una leyenda maya. Depende de lo que hagamos con nuestra economía y nuestra política.

Como suele decirse, la edad de piedra no se terminó porque se acabaron las piedras, o como ocurrió con la era del bronce, tales períodos históricos llegaron  a su fin porque aparecieron nuevas tecnologías y herramientas que transformaron la civilización. El petróleo agoniza lentamente, pero no tan rápido como para evitar el colapso climático. La encrucijada es: salimos de la era fósil minimizando la destrucción climática o agonizamos con el petróleo.

Nos estamos encaminando a una situación de exterminio masivo de biodiversidad sobre la tierra. Estamos iniciando una etapa de pérdida de biodiversidad producto del cambio climático que no se asemeja a ninguna otra que el ser humano haya vivido. La destrucción generalizada de diferentes ecosistemas hace correr el riesgo de nuestra supervivencia misma como especie. Exagerado? Pesimista?

Un ascenso de la temperatura entre 1,5°C y 3,5°C implicará una pérdida de biodiversidad vegetal y animal que puede oscilar entre un 20% y un 70% en sólo 100 años. Pocas veces se experimentó semejante pérdida de biodiversidad en la historia de la Tierra. Recuperarla lleva un tiempo, alrededor de 10 millones de años. Recordemos que las actuales tendencias nos conducen derechito a un aumento del 4°C. La pérdida de numerosos ecosistemas, especialmente bosques, y de la diferentes formas de vida que ellos sustentan, indican un panorama desolador. Semejante nivel de pérdida de biodiversidad hace dudar del futuro de la humanidad misma.  image

Al inicio de la Cumbre en Durban, se hicieron conocer una serie de datos e informes por parte de diversos organismo internacionales. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que las temperaturas mundiales de 2011 son actualmente las décimas más altas registradas, y superan a las de cualquiera de los años anteriores durante períodos La Niña, que suelen influir a la baja en la temperatura. Los 13 años más cálidos han sucedido, sin excepciones, durante los 15 años transcurridos desde 1997.

Este año el Artico fue un sitio ampliamente navegable. Estas fotografías generaron corridas en diversos organismos estatales y una gran preocupación en muchísimas corporaciones del planeta. Pero la premura obedecía a que ahora era posible acceder al petróleo y minerales, tales como el oro, que se encuentran en el lecho marino y que hasta ahora estaba cubierto de hielo y por lo tanto inaccesible. Una nueva frontera de explotación de minerales de todo tipo se está abriendo y por ende movilizando recursos y decisiones políticas al más alto nivel.

Si le sacáramos una foto al Protocolo de Kioto, se lo vería más raquítico aún.

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Los resultados obtenidos o no durante la reunión de Durban no son tan relevantes como lo ocurrido inmediatamente después. Canadá anunció descaradamente su retiro del Protocolo de Kioto. Ese es el gran resultado de Durban. Lo que debía ser un proceso de fortalecimiento de la continuidad de un régimen de reducción de emisiones que le de continuidad al Protocolo de Kioto se convirtió en un desgajamiento que no parece escandalizar lo suficiente, al punto que Canadá se sale del juego porque no piensa cumplir y le saldría caro hacerlo. “Allá vamos!” (dicen en voz baja, y no tan baja, varios países más).

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En el 2012 no se acaba el mundo. Se acaba el Protocolo de Kioto. ¿Qué vamos a hacer?

domingo, 11 de diciembre de 2011

democracias

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Hoy es un día importante porque se produce un recambio (bueh!) de autoridades en el orden nacional y en las provincias. Sin duda que es una fecha importante en el devenir de las instituciones públicas. También lo son las fechas de elecciones y demás pasos institucionales que muestran una continuidad en el ejercicio democrático. OK.
Dicho lo anterior, digo, ¿no es medio salame estar repitiendo cada vez que hay elecciones y cambio (bueh) de autoridades que “es una fiesta de la democracia”, que “debemos valorizar la democracia”, que “es un privilegio vivir en democracia” y tanta bobada y frase hecha?
Digo porque, en algún punto, debemos otorgarnos el permiso de “pasar de pantalla”, superar la reverencia boba hacia el sistema democrático, dejar definitivamente atrás los fantasmas de la dictadura y dejar de utilizarlos como recordatorios de lo valioso que es “ésta” democracia y ponernos a mirar seriamente qué hacemos con la democracia.
Objetivamente, hablo de pasar de pantalla porque estoy convencido que en Argentina el sistema “democrático” no corre riesgos. Si alguien tiene alguna duda, la crisis de 2001/2002 lo puso definitivamente a prueba.
Ahora bien, sucede que si dejamos de lado el "fantasma” y dejamos la bobada de la “fiesta democrática” nos tendremos que poner a pensar seriamente qué sucede y cómo avanza la democracia.
Quiero decir, el dilema no es democracia si o democracia no. El dilema es qué estilo y qué grado de democracia queremos, construimos o elegimos cuando elegimos.
Este es el punto. No hay una democracia. Hay democracias y democracias.
Sospecho que detrás de los “fantasmas” del pasado (golpes, crisis, etc.) se esconde una trampa. La trampa del conformismo, “mejor conformate con esto, porque acordate lo que era aquello”.
El recientemente fallecido Guillermo O´Donnel escribió bastante sobre esto y las democracias en América Latina. Esa trampa deriva en lo que él denominó las “democracias delegativas”.
Una cita de O’Donnel:
La Voz del Interior, 6/9/2009
"Desde que tenemos democracia ningún gobierno se ha salvado de la tentación de perpetuación del elenco gobernante. Para ello hay un recurso típico: adoptar una práctica delegativa o decisionista de gobierno que se sustenta en leyes de emergencia que se prolongan indefinidamente. Las facultades extraordinarias resultantes son una droga muy peligrosa: permiten hacer muchas cosas en el corto plazo pero erosionan terriblemente las instituciones políticas y estatales cuyo sustento es indispensable cuando pasa la época de las vacas gordas."
Comparto la nota que publica hoy Beatriz Sarlo:
Cali

Cristina Kirchner, en el inicio de su segundo mandato

La victoria da derechos

Por Beatriz Sarlo | Para LA NACION (10/12/11)


Tiene todas las razones para sentir que ha llegado adonde, hace diez años, ni siquiera se lo proponía.
El peronismo es vertiginoso. José Luis Romero llamó a la Argentina "país aluvial", porque los inmigrantes lo cambiaron en pocas décadas. El peronismo tiene esa cualidad. Movimiento aluvial, que Perón formó primero con retazos: caudillos provinciales conservadores, dirigentes sindicales que abandonaron el socialismo y hombres en disponibilidad para la aventura nacional. El líder de ese ejército tradujo a la Argentina en términos políticos. Fue el gran interpretador, en épocas en que todavía no era fashion la palabra "relato". Quien acierta en la interpretación, representa a los interpretados.
El peronismo también es un portaaviones, donde no se examinan demasiado los papeles de quienes aterrizan en su plataforma. Poroso y abierto a las incorporaciones, necesita, por eso mismo, de la lealtad hacia el dirigente como garantía de que los nuevos, o los que vienen de otras líneas internas, reconozcan la voz de mando. El peronismo tiene una jerarquía de valores que son imprescindibles a su estilo: verticalidad y lealtad, por encima de innumerables peleas, ambiciones e intrigas. Los ascensos y los descensos tienen lugar según la regla de la obediencia a quien dirige. Por eso, Menem tuvo como leales a casi todos los leales al kirchnerismo. Por eso, también, existen las promociones más veloces que la luz y los descensos fulminantes.
La plasticidad del peronismo ha sido la razón de su supervivencia y de los giros de 180 grados que le echan en cara quienes no comprenden que interpreta a la Argentina. Lo que a Cristina Kirchner le gusta llamar "el relato" es eso: poner en discurso el aire de la época (que también captó Menem). Trazar una línea de tiempo: estábamos en el infierno, pasamos al purgatorio, para sintetizarlo con una frase de Néstor Kirchner.
Esa fórmula expresó con sencillez un principio de esperanza, sostenido en un haz de medidas de gobierno, organizadas sobre tres ejes: la memoria de los años 70, los planes sociales y la abstención a reprimir las protestas. Las inconsistencias se hacen visibles a medida que salimos de la crisis y nos acercamos al presente. La inflación real corroe el alcance de los planes; el desempleo y el empleo en negro atentan contra los derechos. Se tiroteó a los que reclamaron tierras en Jujuy y en Santiago del Estero, y a empleados públicos en el Chaco; la gendarmería comenzó a desalojar piquetes. El futuro de la protesta social no tiene asegurado la paciencia benevolente del kirchnerismo y su liga de gobernadores.
Otro capítulo concierne a la definición de amigos y enemigos: todos recuerdan los "destituyentes" de la resolución 125 y los "apropiadores" de la ley de medios. Separaciones nítidas. No estoy juzgando la verdad intrínseca de esas denominaciones, sino su cualidad para organizar el campo de conflicto. Esta fue una especialidad de Néstor Kirchner, su forma de transmitir las batallas del Gobierno.
La forma en que la Presidenta las transmite tiene algunas diferencias. Su muy reciente aporte al discurso hegemónico es la búsqueda de un momento de unidad imaginaria entre sectores que compiten por la distribución de los ingresos. Ella sabe que esa competencia es inevitable. Pero tiene un plan: que el Estado (es decir, ella misma) la habilite o la suspenda. Eso es lo que le está diciendo a la CGT en los últimos meses, con un enternecedor llamado a la cooperación social. Moyano se da cuenta de que la cosa va contra él y se abroquela.
Se necesita mucha institucionalidad, en diferentes niveles, para que un pacto tramite los conflictos por la distribución del ingreso, en un país donde hay un 30% de pobres y millones de excluidos. La Presidenta se concibe a sí misma como pivote y única garantía de una discusión que abra ese gran tema nacional. Es cierto que tiene una idea exaltada de su capacidad, pero no será suficiente. Donde cosas así funcionan, las instituciones políticas y corporativas, de arriba abajo, también funcionan plenamente. En los próximos cuatro años se acentuará la protesta que tendrá como motivo una menor disponibilidad de recursos estatales. A la Presidenta, que monopoliza las decisiones sobre los recursos, quizá le toque ahora monopolizar también las consecuencias de sus propias decisiones.
Cristina Kirchner tiene dos creencias. La primera, de índole subjetivo, concierne a su autoestima. La ratificación de su gabinete (excepto cambios imprescindibles por el paso a otras funciones electivas) indica un pensamiento rector: nada se ha hecho mal. Si se reconociera que algo no salió del todo bien implicaría que ella misma, la Presidenta, ha fallado, ya que se presenta como inventora y motor omnisciente. La segunda es que el poder sólo está en el vértice y es indivisible, porque cualquier otro esquema no vuelve al poder más democrático sino que lo pone a disposición de sus enemigos. Por lo tanto, sólo ella enuncia. Entre la Babel del conflicto de posiciones, que no permite el momento indispensable de la unidad resolutiva, y el unicato personalista, eligió el personalismo y las decisiones secretas. No sabemos si sostendrá el estilo hasta el final de su segundo mandato. Por el momento prorrogará la ley de emergencia económica, que es, entre otras, una máquina concentradora de decisiones.
Sin tocar el tema de la sucesión, que quedará abierto a partir de mañana, otras complejidades están en el horizonte, sobre todo si las elecciones de medio término no son tan favorables al kirchnerismo como fueron las presidenciales; sobre todo si las "medidas de austeridad" tocan el nervio de las capas medias, que, como en los años 90, creyeron que la bonanza podía durar más de lo verosímil; sobre todo si algunas líneas intransigentes del sindicalismo (que se sienten amenazadas y con las que la Presidenta no simpatiza) ganan la calle.
Otro desafío, más importante, es dejar una construcción a largo plazo, algo del orden material o institucional. La Presidenta tiene cuatro años para corregir los errores y omisiones cometidos en términos de políticas energéticas, territoriales (transporte, ecología, industrias depredadoras) y en términos de distribución (la reforma de un sistema impositivo donde el IVA deje de ser la vía de transferencia hacia arriba de los ingresos). Quizás haya tiempo para encarar esas tareas que dejarían un balance más perdurable.
De todos modos, la Presidenta inicia su segundo mandato como figura reconocida en la escena política latinoamericana. Néstor Kirchner, cuando terminó su gobierno, pasó a la Unasur. Su viuda acaba de firmar con decenas de presidentes latinoamericanos la carta fundadora de la Celac. En 1985, Raúl Alfonsín suscribió con el brasileño José Sarney un acuerdo de integración, que anunciaba el Mercosur, cuyo tratado ratificaron, en Asunción, en 1991, Menem y Collor de Mello. El final de ambos en los tribunales de sus respectivos países no alcanza para opacarlo. Es posible que cuando Cristina Kirchner termine su presidencia, la Celac todavía esté organizándose, pero eso no le quita significación, como tampoco aligera sus problemas.
¿Por qué señalar el final de lo que hoy comienza con el juramento de Cristina Kirchner? Porque es la única apuesta relativamente segura. Duhalde también tendrá en su balance la confianza que ganó mientras estuvo en la Comisión Permanente de Mercosur y activó en la fundación de lo que poco después se llamó Unasur. Son proyectos a largo plazo y pensar en ellos permite hacer foco sobre un futuro que, en otros términos económicos y políticos, no parece asegurado. Los Kirchner no trabajaron para perfeccionar la democracia ni para liberar a los sectores populares del tutelaje de caudillos provinciales y locales del más alto conservadurismo. Esto no figura dentro de sus cualidades ni de su espontaneidad. Pero hicieron un aporte en la construcción de una idea de nación inserta en América latina.
La Presidenta ha demostrado que no figura en la lista de sus deberes escuchar distintas voces. Ganó limpiamente las elecciones. Cree que la victoria da derechos. Sería inútil pedirle que abra el juego y no se limite al pequeño círculo político que ha elegido. Justamente hoy, en esa plenitud tan segura como frágil, no necesita consejos porque no va a seguirlos. Mientras pueda, hará lo que quiera. Después, veremos cómo encara los obstáculos que se planteen a su voluntad política, acostumbrada, como está, a tener la voz de mando, pese a sus vistosos y emotivos efectos de discurso.


viernes, 2 de diciembre de 2011

Então é Natal

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Esta nota, publicada esta semana, me viene bien para finalizar con algunos apuntes del año 1995.

Como ya dije en la entrada previa en esta historia, 1995 fue un año de enorme suceso para Simone, El año había arrancado con el lanzamiento de “Simone Bittencourt de Oliveira” que no sólo tuvo muy buena repercusión de críticas y ventas, sino que además el show que lo acompañó, “sonho e realidade”,  arrancó a mediados de ese año y finalizó recién en los primeros meses de 1996. Otra vez teníamos a Simone a pleno.

Voy con un temita más del disco:

 

Siempre son interesantes y divertidos los reportajes de Jo Soares, aquí va íntegro la visita de Simone en mayo de 1995 presentando disco y show y, al final, hace el tema “O que é Amar” (Johnny Alf) 


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Si les da, aquí otra interesante entrevista de Simone hablando del disco (Programa Perfil, Otávio Mesquita)


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Luego de este disco Simone cierra la etapa contractual con la Sony (aunque quedará debiendo un trabajo en español) y cierra un contrato nuevo con la Polygram. Si bien la etapa CBS/Sony fue la más despareja de toda su carrera, la cerró con de manera óptima.

Entonces, llegó Navidad.

Con su nuevo sello, Simone decide lanzarse a un proyecto complicado, arriesgado y con poco tiempo, en medio de la gira de “Sonho e Realidade”. Simone lanza para ese fin de año el disco “25 de Dezembro”, un disco dedicado a temas navideños con el que hizo cantar a medio Brasil por esos días, un disco que, para dar una idea, en dos meses, ya había vendido 1,5 millones de copias.

“Entao e Natal” es la versión en portugués del “Hapy Christmas (the war is over)” de Lennon, tuneada con temática nuclear, ya que ese año había estado fuertemente marcado por las protestas contra la última serie de pruebas nucleares realizadas por Francia en el Pacífico (Mururoa). image

Difícil describir semejante éxito y al mismo tiempo el desconcierto y la sorpresa: ¿qué era esto?, ¿Un disco kitsch?  puede ser, claro.¿Efectista? también. Pero Simone supera todos esos juicios, el público acompaña masivamente el proyecto y lo transforma en uno de los éxitos más grandes en la historia discográfica de Brasil.

Ao lançar, no ano passado, o disco natalino 25 de Dezembro, a cantora Simone quebrou um tabu. Ao contrário do que ocorre nos Estados Unidos e na Europa, os cantores brasileiros não têm o costume de lançar, no mês de dezembro, discos com músicas de Natal (Veja, 1996).

Para muchos, la mayoría, no es lo mejor de Simone. Para otros es un trabajo malo, hecho a las apuradas. Para mí no es un disco desastroso, el proyecto es bien complicado, sin embargo ha sobrevivido al tiempo. Por otro lado, los fines de año siempre fueron momentos muy particulares para Simone, el festejo de su cumpleaños que coincide con la navidad y el clima de fin de año fueron motivos de muchos conciertos especiales desde hacía tiempo. Con este disco queda definitivamente asociado la celebración navideña y de fines de año con algún tipo de festejo por parte de Simone. Y temas de este disco, siempre aparecen en ellos.

Aquí, Simone y el coro con el que había grabado en el disco, Meninas Cantoras de Petrópolis, también en el Programa do Jô, en SBT, en diciembre de 1995.

La sociedad Simone y las fechas de Navidad quedan asociadas definitivamente. Por ejemplo, Simone participó hace pocos días de la inauguración de “Natal da Luz” en la ciudad de Petróppolis (RJ). En este caso el proyecto contó con un coral de 400 voces y orquesta.

En ese show hubo dos partes, una en la que simone hizo parte de su actual show y luego una serie de temas navideños con los corales. Esa mezcla increíble que logra Simone, donde puede pasearse por un repertorio plagado de guiños que la convierten en un símbolo de la libertad sexual y hacérselo cantar a un público navideño!. Eso es parte de una magia muy compleja y una relación tan especial con su público.

Aquí “Fullgás” (Marina Lima), la sincronía de audio y video fluctúa ya que está tomado de transmisión por internet.

El año pasado en Río de Janeiro, en celebración similar, esta vez, con Milton Nascimento, haciendo “Nos Bailes da Vida”

 

Nos Bailes da Vida

Foi nos bailes da vida ou num bar
Em troca de pão
Que muita gente boa pôs o pé na profissão
De tocar um instrumento e de cantar
Não importando se quem pagou quis ouvir
Foi assim

Cantar era buscar o caminho
Que vai dar no sol
Tenho comigo as lembranças do que eu era
Para cantar nada era longe tudo tão bom
Até a estrada de terra na boléia de caminhão
Era assim

Com a roupa encharcada e a alma
Repleta de chão
Todo artista tem de ir aonde o povo está
Se for assim, assim será
Cantando me disfarço e não me canso
de viver nem de cantar

domingo, 27 de noviembre de 2011

Manual de zonceras energéticas #1

La energía eólica está bien, PERO con molinos fabricados localmente.

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Detrás de esta frase, muchas veces repetida por gente bienintencionada se esconde una trampa, una barrera al desarrollo eólico. La perversión es exigirle a la energía eólica cualidades que no se le exigen a las demás fuentes de energía convencionales o demás ramas industriales. De ese modo, agregamos exigencias que se convierten en barreras y desigualdades inaceptables para el desarrollo eólico frente a las demás fuentes de energía. Estas otras fuentes, combustibles fósiles y energía nuclear, cuentan con un poderoso lobby dentro de partidos políticos, dentro del estado y a través de grandes corporaciones privadas y estatales.

Esto tiene sus raíz en algo loable y verdaderamente deseable, y es que las energías limpias tengan, y todos aspiramos a que así sea, un gran poder liberador.

La energía eólica es:

    • Limpia
    • Inagotable
    • Utiliza un recurso gratuito y de acceso libre (viento)
    • No genera deshechos, ni residuos ni emisiones de ningún tipo
    • El análisis de ciclo de vida de los materiales y de energía es altamente positivo.
    • Es cada vez más competitiva económicamente.
    • Es una tecnología fácilmente apropiable y desarrollable localmente.

Ahora bien, por supuesto que todo desarrollo industrial o tecnológico es adecuado que se despliegue con la mayor cantidad de trabajo y recursos locales posibles, eso hace al equilibrio económico global y a un mejor manejo de los recursos naturales y energéticos. Eso no está en discusión.image

Lo que sucede en este caso, como con cualquier tecnología energética, hay un proceso de incorporación de dicha tecnología en el mercado local que, dependiendo del grado de inserción de dicha tecnología y de sus perspectivas futuras, impulsa a las inversiones en fabricación local. Por supuesto ese proceso puede verse fuertemente acelerado por certezas que puedan brindar las condiciones políticas y económicas. El gobierno es un actor fundamental en tales casos. De lo contrario, será una cuestión que quedará a merced de los vaivenes del mercado. Pero no hay demasiado misterio en esto.

Ahora, el desarrollo eólico para generación eléctrica en la Argentina comienza a mediados de los 90 y ha sido hasta ahora un desarrollo flaco, yo lo calificaría escuálido. Unas pocas decenas de molinos no impulsan a instalar fabricantes locales o a radicarse a otros.

En un contexto global donde la energía eólica en la fuente energética más dinámica, crece a tasas anuales que rondan el 30%, la fabricación de equipamientos y la generación de empleos se multiplican allí donde el mercado eólico se va consolidando. Argentina, por diversas razones, está rezagada aún en el contexto de América latina.

Aún así, existen varias iniciativas de fabricación local de equipamientos, motorizadas básicamente por la fuerza propia de la industria eólica y su avance imparable. La más importante es la llevada adelante por la empresa IMPSA (Mendoza) que ha desarrollado aerogeneradores que ya están haciendo su camino en diversos proyectos. Aunque este ejemplo muestra a las claras lo dicho anteriormente, su principal planta de fabricación está ubicada en Brasil, dado el desarrollo de ese mercado.

Dicho lo anterior, es ridículo exigir “fabricación local” cuando lo que se instala son unos pocos molinos al año. Es como pretender que se fabriquen televisores si no hubiese un mercado que demande televisores.

Pero el “error” o “equívoco” encierra una patraña, una perversidad.

Mientras se instala como un “problema” y una “carencia” de las renovables que no se fabriquen equipos locales, nada dicen los mismo portavoces de esa demanda acerca de que NADA se fabrica nacionalmente en materia de plantas térmicas (gas, petróleo y carbón) y plantas nucleares.

Todas las plantas térmicas que el Gobierno Nacional está construyendo poseen generadores importados, a pesar de que se trata de una tecnología convencional, ¿por qué no se alzan voces hablando de esa carencia? La planta de carbón que se está instalando en Río Turbio posee generadores europeos y calderas chinas, ¿allí no hay reclamos?.

Entonces, cuidado, algunos reclamos que parecen bien intencionados, e incluso muchos lo son, encierran la patraña de hacer competir desigualmente a las renovables con los combustibles fósiles, incrementando las muchas desigualdades que en diferentes campos deben enfrentar.

La “exigencia” de fabricación local no debe convertirse en una barrera para el desarrollo local de las energías renovables. La integración de la industria local debe ser progresiva y acorde a las exigencias que las otras fuentes energéticas deban cumplir, de otro modo, es un impedimento disfrazado de “defensa de la industria nacional”, y es crear en el público una falsa imagen de las renovables.  

sábado, 19 de noviembre de 2011

El secreto de sus actos

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Ayer publicó este artículo Beatriz Sarlo sobre el modo de conducción de CFK. Un estilo que caracteriza cada vez más fuertemente esta etapa histórica de la Argentina: Un presidencialismo “premium”. Un personalismo que primitiviza la política.

Cali 

 

La Presidenta y una conducción basada en mutismos y suspenso

El secreto del poder

Por Beatriz Sarlo | Para LA NACION

Parece historia antigua. El 25 de junio, hubo suspenso en Olivos. Cuatro horas antes de que venciera el plazo para la inscripción de fórmulas, Cristina Kirchner destapó a Amado Boudou como candidato a vicepresidente. El elegido no salió de una deliberación cuyos contenidos fueran conocidos por nadie. Lo tenía in péctore y reunió a la plana mayor para decirle lo que había decidido en soledad. A nadie se le ocurrió que las cosas podían suceder de otro modo, ya que la Presidenta ha hecho del secreto un estilo para tomar decisiones. Maneja el tiempo, la oportunidad, la puesta en escena, las invitaciones, la difusión televisiva y por redes sociales, los pequeños signos de favoritismo, las menciones, los reconocimientos.

Desde la muerte de Néstor Kirchner, el peronismo convergió en la figura de la Presidenta. La mesa chica fue más chica que antes y quienes, con razón o sin ella, presentan reclamos u objeciones, como Moyano, quedan mal colocados en la perspectiva que organiza las jerarquías de la platea de los actos presidenciales. Un ceremonial de alta precisión decide, en cada caso, quién puede estar dentro de la esfera de límites invisibles pero precisos cuyo centro lo ocupa la Presidenta-Sol. A ese espacio se lo denomina "la cápsula". Esto sucede con todos los presidentes, sin duda, ya que su entorno físico más inmediato no puede quedar librado al azar (la seguridad del mandatario está en juego). Lo que distingue a "la cápsula" argentina es que muestra la temperatura de las relaciones entre la Presidenta y el resto: es un teatro expresivo del día a día de la política.

Cristina Kirchner actuó como si su poder dependiera de dos factores: por un lado, la destilación que purifica casi todo elemento exterior; por el otro, su relación "directa" con la "gente" en actos organizados hasta la minucia. Ambos factores conservaron su importancia durante toda la campaña que la condujo al triunfo. Si se la juzga por los resultados, la Presidenta no se equivocó en nada. Por lo tanto, tiene todas las razones para conservar el estilo.

En ausencia de un partido organizado (el Frente para la Victoria tiene accesos espasmódicos de reunión de sus autoridades), Cristina Kirchner ocupa también ese lugar. Se acepta el liderazgo absoluto porque, hasta ahora, ha conducido a grandes triunfos electorales. Es difícil sugerir a un vencedor que cambie los modales con que llegó al lugar donde está parado, ya que su autoridad no se sostiene únicamente en logros de gobierno o en programas, sino en la eficacia de los resultados. Sobre los programas se puede discutir, los números que reflejan los logros pueden examinarse y resultar, a veces, exagerados. Pero los números electorales, no admiten vueltas. La victoria da derechos.

Como sea, es posible preguntarse si el secretismo presidencial es indispensable o, más sencillamente, un rasgo que caracteriza a Cristina Kirchner. Formulado de otro modo: ¿podría la Presidenta gobernar sin tener siempre en vilo a todo su gabinete? ¿Podría gobernar en una cotidianidad política más transparente? ¿Podría gobernar sin ejercer un control de hierro sobre las declaraciones de sus funcionarios? Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, si se pensara que Cristina Kirchner no necesita de tanto poder acumulado en su persona, habría que concluir que el secreto del poder es un rasgo del poder mismo. Como si se concluyera que el poder sólo se ejerce de manera concentrada y sólo si sus decisiones son fulminantes y el proceso que llevó a tomarlas se caracterizó por el secreto.

El periodismo tiene como tarea profesional transgredir los límites del secreto. Como actividad sostenida en el lenguaje y las imágenes, puede hacerlo traicionando sus propios fines, mintiendo y mintiéndose. Pero su razón de existencia, el motivo que lleva a un lector a un diario o a un portal de noticias es enterarse de lo que no sabe porque no está dentro de su territorio físico o mental, pero que intuye que lo concierne. La antipatía que el poder siente por el periodismo es una reacción perfectamente fundada. Sin algo de secreto, no hay poder. Sin develamiento de una porción de eso oculto, tampoco hay periodismo sino comunicación de lo que otros deciden que es comunicable.

Lo dicho no implica una glorificación del periodismo cualquiera que sea su estilo, ya que puede haber periodismo que produzca el develamiento de un secreto sólo a cambio de colaborar en el ocultamiento de otros; o periodismo que revele secretos que no son de interés público, cruzando la frontera movediza con la esfera de la vida privada. Inscripto en la lucha de significaciones que es toda la cultura, el periodismo vela y devela. Sin embargo, si omite toda revelación de lo oculto, si omite por completo señalar su existencia, se convierte en Boletín de los Administradores del Secreto. Una concepción que se atenga a lo absoluto del poder es hostil al periodismo, no porque sea objeto de críticas sino porque el secreto queda bajo la amenaza de ser descubierto. Las críticas pueden resultar molestias secundarias, frente a la amenaza principal de que el periodismo esté en condiciones de atravesar una barrera detrás de la cual palpita el núcleo del poder.

Esto no significa, por supuesto, afirmar al poder presidencial como absoluto (tiene dificultades para serlo realmente, más allá de los deseos de quien lo ejerce). Quiere decir, más bien, que la fusión de jefa de Estado, jefa de gobierno y jefa de todos los kirchneristas se apoya, seguramente, sobre muchas cualidades pero también sobre el ejercicio del poder como suspenso: no te diré cuál será tu destino hasta la medianoche del día indicado; no sabrás dónde irás a parar si caes en desgracia, y tampoco evitarás terminar allí donde no quieres terminar ni podrás llegar al lugar que deseas y crees merecer. Para que haya suspenso, algo debe quedar oculto. Para que haya poder concentrado y personal alguien tiene que preservar para sí el monopolio de un secreto (ésta no es una novedad, ya que hace un siglo lo afirmó Georg Simmel, uno de los grandes pensadores sociales).

Por supuesto, el esquivo ideal de transparencia democrática se opone a esta concepción centralista y circular del poder. Es un horizonte sobre el cual se recortan las formas reales de ejercicio. La cuestión no es si ese ideal se realiza por completo fundando un mundo donde los ángeles vengadores de WikiLeaks estén de más. La cuestión es, más bien, si quienes ejercen el poder lo tienen como horizonte deseable aunque huidizo. Si la forma de distribuir y concentrar poder se opone o es relativamente compatible con el ideal.

Por el momento, la Presidenta cree más en la eficacia del secreto que en el ideal de la transparencia. Cada político hace su mezcla. Cristina Kirchner confía en que el secreto se compensa con una escena de "comunicación directa": ella, en las pantallas de los televisores, hablando frente a reuniones de vecinos, de obreros, de escolares, de industriales, que están allí como representación en miniatura de la variada multiplicidad del pueblo, una suma de audiencias reales y audiencias mediáticas. El secreto no se disuelve sino que, por el contrario, se profundiza, porque nadie, sino la Presidenta, puede ocupar esos lugares del ceremonial de Estado y gobierno.

Pero hay algo que a veces resulta ingobernable. La lógica del secreto tiene su doble en la lógica del rumor. Si la Presidenta suscribe la primera, no podría molestarse frente a la segunda, porque vienen juntas. Suspenso y secreto desencadenan el trascendido. Esto sería, de todos modos, un problema menor. La lógica del secreto busca algo más: que las decisiones políticas se presenten como invariables hechos consumados. El secreto sustrae a las decisiones tanto de la esfera del debate como de una anticipada rendición de cuentas. Podrá decirse que así se ejerce el poder cuando se tiene la mayoría. Más bien, lo pondría a la inversa: las mayorías pueden ser usadas de muchos modos. El destilado de concentración vertical y secreto no es inevitable.

 

viernes, 28 de octubre de 2011

Bittencourt de Oliveira

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Llegamos a 1995 y luego de pasar un año sin nuevo disco, se publica “Simone Bittencourt de Oliveira”, digno sucesor de ”Sou Eu”. El disco viene con nuevo show, “Sonho e realidade”, giras y una montaña de elogios. Disco excelente, variado y completo. Otra vez, un suceso de ventas. Simone en su esplendor otra vez. Vamos a la última canción del disco, de la que extrae el título de los shows de presentación del disco.

Prelúdio” (Raul Seixas)

Aquí para ilustrar el lanzamiento de los shows, en una nota al inicio de la temporada de shows en Rio de Janeiro.

Un breve recorrido por el contexto de esos años. Luego de la renuncia definitiva de Collor de Mello, en octubre de 1992, la presidencia quedó a cargo de Itamar Franco hasta 1994. Fueron años de una crisis económica extraordinaria, en 1993 la inflación alcanzó un valor del 6.000%. En ese entonces, Fernando Henrique Cardoso imagetuvo un protagonismo extraordinario en el ministerio de Hacienda con el Plan Real. Eso facilitó que en las elecciones siguientes, Cardoso se presentase y fuese electo, superando en su segundo intento a Luis Inácio Lula da Silva.

Cardoso aplicó en su gobierno una política económica neoliberal, como las que se imponían entonces en prácticamente toda la región. Pero el gran éxito de su programa económico, centrado en detener la inflación, le permitió, reforma constitucional mediante, presentarse a reelección en 1998. Logrando superar una vez más a su principal opositor, Lula da Silva.

 

Otro tema del disco, “Espere por Mim, Morena” de otro autor recurrente en el repertorio de Simone, Gonzaguinha.image

 

 

Disco altamente recomendable, no voy aponer aquí todos sus temas, todos suenan muy bien. Voy a aprovechar para repasar algunas presentaciones de Simone en vivo (en TV) de ese año con temas del disco.

Esta primera es de una presentación en octubre de 2005 en el programa “Domingão do Faustão”, Rede Globo. Buena nota y temas del disco, con la banda de los shows. Temas, “Quien é vocé” (Isolda/Eduardo Dusek), Danadinho Danado(Martinho da Vila/Zé Catimba), que en el disco canta con el propio Martinho da Vila, y al final, el tema “Procissão” (Gilberto Gil) en un arreglo y mix con “María María”, tal como en los shows.


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Aquí, un compilado de notas en Río y San Pablo, trechos del show e imágenes de grabación de “Noite dos Mascarados” (Chico Buarque de Hollanda)

 

Hay mucho más, pero pongo, cerrando esta entrada, una nota que vale sólo para ver el virtuosismo futbolero de Simone.

Anexo: Gonzaguinha

Una breve biografía tomada de wikipedia:

Luiz Gonzaga do Nascimento Júnior (September 22, 1945 - April 29, 1991), better known as Gonzaguinha, was a noted Brazilian singer and composer. He was born in Rio de Janeiro and he was the son of Luiz Gonzaga ('Gonzagão'), the "king of baião". Gonzaguinha was killed in a car accident on April 29, 1991, in Curitiba.

Many eminent Brazilian artists recorded his compositions, such as Maria Bethânia, Simone, Elis Regina, Fagner, e Joanna. Among these, stands out Simone and great hits like "Sangrando", "Mulher, e daí" and "Começaria tudo outra vez".

Simone / Gonzaguinha “Mulher e Daí”, 1981.

El 2 de noviembre de 2007 el programa 'Som Brasil” (Rede Globo) realizó un especial  sobre Gonzaguinha. Simone participó allí con 5 temas, uno a dúo con Daniel Gonzaga, hijo de Gonzaguinha (sorpresa para Simone cuando aparece con su voz idéntica al padre) y final con el grupo “As Chicas” donde canta otra de las hijas de Gonzaguinha. Temas: “É”, “Sangrando”, “Petúnia Resedá”, “Começaria Tudo Outra Vez” y “Eu Apenas Queria”.


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domingo, 23 de octubre de 2011

Negacionismo Nacional y Global

Dibujoexxon

Hoy, Domingo de elecciones, surgirá un nuevo Gobierno Nacional. Nada hace dudar de una enorme victoria de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Quiero aprovechar esta pausa dominguera para señalar una característica de este gobierno que, si bien es un tema fuera de agenda en la campaña y el debate cotidiano, todo indica que será determinante en las próximas décadas. Se trata de lo que reiteradamente he mencionado como el “negacionismo” climático que ejercita el gobierno “K”.

El futuro, para una mayoría de dirigentes políticos, queda en un lugar difuso y sobre el cual no hay demasiadas responsabilidades, ejercitando así la más cruda de las prácticas cortoplacistas. Es paradójico, hubiera sospechado que el “progresismo” debería estar en las antípodas de las premisas del radicalismo de mercado (“en el futuro estaremos todos muertos”) y que se esforzaría por pensar el desarrollo social en términos más racionales. Pero no hay racionalidad, del “Dios proveerá” del oscurantismo antiguo, pasamos a la versión local del  “Tecnópolis proveerá” propio de de un modernismo caduco.

CFK no cree en el cambio climático. Su política internacional y doméstica no lo incluye. Por supuesto que puede aparecer aquí o allá en alguna mención perdida en algún documento, pero siempre subordinado a intereses “verdaderamente” más importantes.

El “negacionismo” es hacerle el juego al status quo y a la construcción de un futuro más restringido, más apremiante y más violento. ¿Por qué se milita en esas filas?. Hay infinitas razones. Las hay de carácter psicológico, como lo señala Clive Hamilton, las hay de orden estrictamente comercial y político, los intereses que deben moverse y cambiarse son muchos, y las hay de orden ideológico ya que significa reconocer la debacle final del paradigma desarrollista.

El “negacionismo” es cómplice y actúa como encubridor del estancamiento en las negociaciones internacionales, que se sigan dilatando decisiones cruciales en ese terreno y permite a las corporaciones y gobiernos con un altísimo grado de responsabilidad no verse perturbados por una comunidad internacional “confortablemente adormecida”, parafraseando a Roger Waters, ya que estamos en plena thewallmanía.

No voy ahora a mencionar las consecuencias del cambio climático y los mejores modos para enfrentar ese desafío. Sólo quiero mencionar un tema que ha sido en los últimos años de gran impacto en la opinión pública pero que, sin embargo, a la hora de hablar de política parece no haber conexión alguna. Mucho se ha escrito, dicho y documentado acerca de la fragilidad de los glaciares de alta montaña, particularmente en la zona de Cuyo de nuestro país. También, su rol vital en la provisión de agua para cuencas que cubren buena parte del territorio de la Argentina. Por supuesto, hacia Chile también.    

El debate irrumpió con fuerza producto de la nueva amenaza que significa el desarrollo de emprendimientos mineros a gran altura y a la descabellada oposición de la “corpo” minera (sector empresario y gobiernos asociados) a cualquier tope que se pretendiera poner a sus actividades allá arriba de la cordillera, como la Ley de Glaciares.  El debate generó una súbita comprensión del valor de estos glaciares, hasta hace poco, casi desconocidos.

Lo cierto es que el impacto minero sobre los glaciares es apenas una agresión más que resulta incomparable frente a la debacle generalizada de estas masas de hielo producto del cambio climático. Aún sin minería, el image cambio climático se lleva puesto a los glaciares de esa zona por completo en unas pocas décadas. Se lleva puesto a éstos como reservas de agua dulce, a las actividades económicas sustentadas por ese recurso y la estabilidad de las comunidades de la región.

El “negacionismo” es el principal enemigo de los glaciares, para decirlo sintéticamente. Hoy los glaciares preocupan a mucha gente, sin embargo, el “negacionismo” del gobierno nacional no. Hay allí un desafío muy grande.

Uno de los principales mecanismos por los cuales se practica el “negacionismo” es a través de la generación de polémicas ante la opinión pública, polémicas hábilmente alimentadas por charlatanes y polemistas de diversos ropajes. Esas polémicas, debidamente publicitadas y alimentadas, generan el caldo de cultivo para que ninguna decisión sea vista como urgente o se vea debidamente justificada.

Hay muchos ejemplos de esto. Quiero tomar un ejercicio realizado hace poco por Adrián Paenza a través del diario Página/12. El pasado 28 de agosto ese diario publicó un suplemento especial “El Debate 5.Cambio Climático”, una transcripción completa de “El debate en la televisión pública”, conducido por Adrián Paenza.

Por supuesto invito a leer completo el documento, pero resulta ilustrativo leer atentamente la introducción de las dos personas que se colocan a polemizar y leer detenidamente el tramo inicial del debate.

 

Los participantes

A favor

Dra. Inés Camilloni

Dra. en Ciencias de la Atmósfera e investigadora en el Centro de Investigaciones del Mar y de la Atmósfera –instituto que depende del Conicet y también de la UBA– y es miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.

 

 

 

 

En contra

Dr. Tristán Simanauskas

Dr. en Ciencias Naturales, docente de la Universidad Nacional de Quilmes, integrante del área educativa y de difusión científica del Museo de La Plata, autor del libro Un cambio climático anunciado.

 

 

 

 

 

Hay una clara diferencia de especialidades y una enorme disparidad en el grado de involucramiento en el debate y la investigación climática. El primer paso, como ven, es igualar cualquier tipo de opiniones. No es un error, es un método.

Vamos ahora a la primera ronda del debate. No quiero focalizarme en los argumentos ni en los aspectos técnicos, tan sólo ilustrar desde dónde habla cada uno, desde qué lugar y qué respaldo y responsabilidad contiene cada opinión. Resalto en negrita las expresiones que reflejan esos aspectos. Es abismal y extremadamente gráfica la diferencia.

¿Es el hombre el responsable del cambio climático?

A FAVOR

1 Dra. Inés Camilloni

Lo primero que quiero explicar es cómo funciona, cómo trabajamos en climatología. La climatología es una ciencia que lo que hace es construir el conocimiento por medio de un mecanismo, de un proceso que es un proceso colectivo. Esto quiere decir que somos muchos los científicos trabajando, y lo que hacemos es recolectar datos, proponer teorías, diseñar modelos, evaluar estos modelos, hacer experimentos, en un proceso en el que tenemos un ida y vuelta. Esto quiere decir que el conocimiento se va creando no ladrillo sobre ladrillo, sino que lo que hacemos es retroalimentar el conocimiento que vamos generando.

De esta forma, las evidencias científicas que vamos construyendo apuntan a demostrar que los resultados que tenemos, que el cambio climático observado en los últimos 50 años, es consecuencia principalmente de las acciones humanas. ¿Cómo hacemos para validar estos resultados desde el punto de vista científico? Los resultados se validan por la metodología que utilizamos en la ciencia, esto es, se presentan los resultados ante expertos, en revistas con publicaciones, publicaciones con arbitrajes que lo que hacen es evaluar los resultados. A medida que tenemos los resultados, que son línea de evidencia que convergen hacia un punto y que son respaldadas por la opinión de científicos expertos independientes de la investigación que se está proponiendo, esto les da mayor sustento a los resultados que obtenemos.

Y es en este sentido que hay una gran cantidad –diría abrumadora– de resultados, provenientes de diferentes organismos, en distintos lugares del mundo, de centros de investigación, que muestran que el cambio climático observado por lo menos en las últimas 5 décadas se debe a las acciones humanas.

Esto hay que ponerlo también en un marco de las incertidumbres con las que trabajamos, porque, como yo también mencionaba, nos basamos también en datos y los datos tienen ciertas incertezas. Es responsabilidad de los científicos avanzar sobre estas incertidumbres para reducirlas, para transmitir de la mejor forma los resultados, de forma que puedan ser aplicados en forma apropiada en las políticas que se tomen con respecto al cambio climático.

Ahora bien, ¿qué hace el hombre para producir este efecto? Lo que hace es intensificar un fenómeno natural que existe en la atmósfera que es el “efecto invernadero”. La temperatura que se registra sobre la superficie de la Tierra depende de cuánta energía proviene del Sol, de cuánto la Tierra devuelve hacia el espacio y de cuánto la atmósfera absorbe y reirradia hacia la superficie terrestre a través de este fenómeno que se denomina “efecto invernadero”.

Lo que hacen las acciones humanas es aumentar la concentración de los gases que dan origen a este fenómeno por diferentes actividades, principalmente la quema de combustibles fósiles que alimentan a la atmósfera de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y otro conjunto de gases que finalmente intensifican el fenómeno natural de “efecto invernadero” que existe en nuestro planeta.

EN CONTRA

2 Dr. Tristán Simanauskas

En primer lugar, es cierto que existe un cambio climático, de hecho el cambio climático es constante, es parte de la evolución del planeta y de la evolución del universo en su totalidad. Todo el tiempo el clima está cambiando y no es ninguna novedad que exista un cambio. También es cierto que lo que se registra es un aumento en la temperatura media en los últimos 50 años. Lo que resulta más difícil es tratar de interpretar ese aumento en los últimos 50 años como un aumento exclusivamente debido a la actividad humana.

¿Por qué? Porque en realidad el planeta lleva más de 5 mil millones de años de evolución, el clima en el planeta lleva más de 5 mil millones de años de evolución y a lo largo de todo ese proceso se han dado distintos ciclos y la complejidad del clima en particular, como de todo el sistema planetario, a mi criterio, no puede reducirse al análisis de una única variable, y tratar de traspolar y concluir sobre los últimos 50 años de datos un proceso que puede llevar muchos más, resulta, desde mi punto de vista, absolutamente reduccionista.

No creo que deje de impactar el hombre en el proceso del cambio climático, como todo organismo dentro del planeta, pero definitivamente no creo que sea el principal motor de ese cambio. Por otro lado, el hecho de centrar la atención en el dióxido de carbono como el principal gas de efecto invernadero, uno de los productos más abundantes que el hombre va emitiendo y el hombre va pasando a la atmósfera... En primer lugar que no es un gas ajeno al sistema, el hombre no está aportando nada nuevo en el sistema. El dióxido de carbono siempre existió y ha existido en proporciones mucho más altas en la atmósfera en el pasado. Este dióxido de carbono en particular no puede ser considerado el único elemento que genere el desequilibrio que se manifiesta. Uno de los principales gases de efecto invernadero en nuestro planeta es precisamente el agua, y yo quisiera centrar un poco más la atención en este tema del agua del planeta y no tanto en el dióxido de origen humano.

 

Como se puede ver es un debate absolutamente desigual. Una opinión refleja el trabajo colectivo de la ciencia climática, el otro, un conjunto de apreciaciones sin respaldo alguno, sin organización ni colectivo que se responsabilice por esos dichos, sólo opiniones personales.

Así se inventa un debate “científico” que no es tal. Así opera el “negacionismo”. Una perfecta cortina de humo para confundir a la opinión pública y así amparar la inacción climática.

Lo peor es que así se amparan a los peores intereses, corporaciones y personajes a escala global. No importa lo que digan después en sus discursos por TV.

Cali

domingo, 16 de octubre de 2011

Inflamación en la falta de ambición

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Voy a poner un pequeño artículo que se publicó la semana pasada en el boletín ECO, de la Climate Action Network. Boletín que refleja el seguimiento al milímetro que hace ese colectivo de organizaciones a las negociaciones sobre cambio climático. Esto es al final de una semana de negociaciones en Panamá (1)

Como el artículo esta traducido con un traductor automático o a la carrera en la madrugada del 7 de Octubre, recomiendo reforzarlo, para una mejor comprensión, los que puedan hacerlo, mirando la versión en inglés, también incluida aquí.

Sugiero repasar las notas siguientes del blog para redondear lo qué está pasando: Clima de época; “Pesimismo climático” y “Uno de mis deseos para el 2011.

Cali

PS: si alguna expresión genera dudas, no duden en consultar.

Faltadeambicionitis

7 de Octubre de 2011

Una cosa que los delegados de los países desarrollados desean informar a sus ministros, una vez regresen a sus hogares, es cómo pasaron toda la semana hablando de medición, reporte y verificación. Esto fue lo que se discutió en vez de ponerse serios sobre su necesidad de incrementar sus niveles de ambición. Los signos de la falta de ambición crónica son claros y tienen graves síntomas de 4 ° C – incluyendo incrementos de los niveles del mar, la interrupción de la producción de alimentos, los incendios forestales, las sequías cada vez más severas y mucho más.

La brecha de gigatoneladas, punto de agenda que no fue abordado por los negociadores en Bangkok, Bonn y luego en Panamá, ahora le toca a los ministros retomarlo. Por supuesto, el tema todavía se puede ocultar bajo la alfombra de una serie de decisiones técnicas de mitigación durante la COP, pero ECO no puedo creer que alguien estará pensando que esta enfermedad se ha siquiera abordado.image

La cura es simple, pero requiere una firme determinación. Reconociendo la magnitud de la brecha y resolver para cerrarla, es el primer paso que los ministros pueden tomar mientras vuelan a Sudáfrica para la pre - Conferencia de las Partes.

Un segundo paso sería mover el nivel de ambición en mitigación para el extremo superior de las promesas. Numerosas investigaciones han demostrado que países como Australia y de la Unión Europea pueden reducir los síntomas de la enfermedad más amplia y mejorar su propia salud económica a través de escalar hacia la parte superior de sus promesas. Por supuesto, la cura requiere de otros países hagan más y haga una revisión de sus bajos y patéticos compromisos. Este es el caso de Canadá y los EE.UU. ninguno de los cuales tiene la intención de reducir sus emisiones por debajo de los niveles de 1990. Y este es también el caso de países como Rusia, Ucrania y Bielorrusia, cuyas promesas suponen emisiones superiores a todas las proyecciones “business as usual”. La prevención de los efectos mortales de lackofambitionitis requiere que los países industrializados muevan sus objetivos de reducción de emisiones en el extremo superior de la promesa de 25-40% que se acordó en Cancún. Sabemos que la cura está al alcance de países como Dinamarca, Noruega, Alemania y otros países han mostrado el camino y por lo tanto merecen ser reconocidos como líderes en la carrera hacia la cima.

(1)  (The third part of the sixteenth session of the Ad Hoc Working Group on Further Commitments for Annex I Parties under the Kyoto Protocol (AWG-KP 16) and the third part of the fourteenth session of the Ad Hoc Working Group on Long-term Cooperative Action under the Convention (AWG-LCA 14) took place from 1-7 October 2011 at the Centro de Convenciones ATLAPA, Panama City, Panama).

Lackofambitionitis

October 07 2011 • 13:01

by enriquemk

One thing that developed country delegates might want to report to their ministers back home is how they spent the full week talking about measuring, reporting, and verification. This was done instead of getting serious about their need to increase their levels of ambition. The signs of chronic lackofambitionitis are clear and have dire 4°C symptoms –  including rising sea levels, disruption of food production, forest fires, increasing droughts and much more.

The gigatonne gap, which negotiators have left largely untouched in Bangkok, Bonn and again in Panama, is now up to the ministers to pick up. Of course, it can still be hidden under the carpet of a number of technical COP decisions on mitigation, but ECO can’t believe anyone will be thinking that this related disease has been even remotely addressed.image

The cure is simple but requires a steely resolve.  Acknowledging the magnitude of the gap and resolving to close it, is the first step that ministers can take as they fly to South Africa for the pre-COP. A second step would then be to move the mitigation ambition to the upper end of the pledges. Extensive research has shown that countries like Australia and the EU can both reduce the symptoms of the broader disease and improve their own economic health by moving to the upper end of their pledges. Of course, the cure requires other countries to do more and thoroughly review their pathetic low pledges. This is the case for Canada and the US neither of which is planning to reduce their emissions much below their 1990 levels. And this is also the case for countries as Russia, Ukraine and Belarus whose pledges would assume emissions that are much higher than all business-as-usual projections. Preventing the deadly effects of lackofambitionitis requires industrialized countries to move their emission reduction targets to the upper end of the 25-40% pledge that was agreed in Cancun. We know that the cure is within reach as countries like Denmark, Norway, Germany and others have shown the way and thus deserve to be recognized as leaders in a race to the top.

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domingo, 2 de octubre de 2011

Vai tua vida é uma linda canção de amor

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Regresando a la recorrida que inicié con “O Canto da Cigarra”, sigo recorriendo 1993, un año que considero de resurrección y lleno de música.

Simone supera, o por lo menos deja atrás, el pésimo momento vivido en 1989 con su insólito apoyo a Collor de Melo en aquellas elecciones. Ese hecho, una simple anécdota para cualquier mortal, para ella se había convertido en un estigma que amenazó con acabar su carrera (y pareciera que muchos así lo hubieran querido!). Sin embargo, a puro talento, trabajo sin pausa y perseverando en su camino, eso quedó atrás.

Es a partir de estos años, en los que Simone profundiza su eclecticismo, su vena romántica y no sigue los caminos que la prensa especializada hubiera deseado que siguiera, se produce un distanciamiento con la crítica que, a veces, se había puesto realmente hostil. Sin embargo, la carrera de Simone ingresa en un camino de encantamiento íncondicional con su público. En lo personal, yo ya me había convertido en uno de sus devotos. 

Vuelvo entonces a la música de 1993. Ese año se publica en tres volúmenes el “Songbook de Vinícius de Moraes”, donde una cantidad de músicos hacen temas de Vinicius. En el volumen 1 de esa serie, Simone, con Wagner Tiso en piano, hace “Se todos fossem iguais a você" (Antonio Carlos Jobim - Vinícius de Moraes). Aquí va.

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En agosto de ese año se realiza un especial con Simone para la TV Manchete en el ciclo “Por Acaso”, conducido José Maurício Machline. En un formato muy despojado, es una delicia cada tramo del programa y contiene un reportaje muy bueno. Allí Simone se explaya sobre el por qué de su poca afinidad con explotar su bahianidad, el hecho de haberse convertido en el estandarte del movimiento homosexual, con preguntas bien lejos del pésimo tratamiento que le dió Jorge Guinzburg el año anterior en Argentina. Hacia el final aparece cantando con Marilia Gabriela, conductora de TV, gran amiga de Simone, y en el tema final, ellas dos con Gilberto Gil.


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Al final de año, Simone participa de “Natal sin fome” , en Belo Horizonte, una iniciativa de Milton Nascimento para sumar a la campaña del sociólogo Herbert de image Souza (Betinho). De ese show participan además de Simone, James Taylor y Jon Anderson, con quienes Milton venía haciendo cosas por ese tiempo.

Destaco primero “Carinhoso”  (Pixinguinha e João de Barro), tema grabado en Sou Eu.

Aquí lo que se puede ver del show en you tube. A final todos los invitados en el escenario, con J.Taylor y J.Anderson no cazando un fulbo a la hora de cantar Maria, María. Por lo que se puede ver, fue un show bastante desprolijo.


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