martes, 22 de enero de 2008

El Palacio de las Flores



Bueno, nueva incorporación a la discoteca, “El Palacio de las Flores” (2006) de Andrés Calamaro y Litto Nebbia. Debo reconocer que Andrés Calamaro me llevó un tiempo darle el valor y el lugar que hoy ocupa en mi discoteca. Pero a través de la montaña de canciones que hizo en los últimos años me aplastó y finalmente estoy completando un curso intensivo sobre su obra. Este disco es especial, dos titanes de la canción que a primera audición me resultó por debajo de las expectativas que me generó, pero otra vez, a fuerza de saber esperar (a esta altura del partido) finalmente, me han convencido y el “tilín del corazón” resultó un disco entrañable del que no me despego hace semanas. Nada más, lo que sigue es el disco comentado por Nebbia y Calamaro.

Cali

Corazón en venta

Andrés Calamaro: Creo que es una metáfora de la soledad, una o más... y coquetea con el olvido y con la fuerza del destino... la gran alfombra roja, el muñeco vudú pinchado, el moscardón imaginario... son como personajes de una película de David Lynch.

Litto Nebbia: Siempre me pareció que tenía que ser, precisamente, la primera del disco. Pero no por esa historia de es la más comercial, no. Creo que Andrés hace tiempo que no hace un disco con su sonido y creo que éste tema, y cómo suena la banda y cómo está tocado, es como decir acá está de nuevo Andrés.


Mi bandera

Andrés Calamaro: Es una de mis canciones propias preferidas, probablemente una canción escrita con emoción y con humildad... hace referencia al gran maestro Atahualpa Yupanqui... salvando las distancias.

Litto Nebbia: Un tema divino. Estaba en sus maquetas, hecho con maquinitas y esas cosas que uno usa a veces para trabajar en casa. Así que, claro, con la maquinita, un vals de tres por cuatro, no sonaba nada bien. Parecía un vals alemán. Se me ocurrió darle un carácter al arreglo como si fuera CS&N o Dylan, que hubiera eso de cuando hacen un tema que está medio valseado pero lo tocan y se escuchan los borboneos, las guitarras, y siguen... Por eso no hay piano ni nada.

El Palacio de las Flores

Andrés Calamaro: Una canción que, a través de recuerdos de mi infancia, resume la historia y presume de radiografía de los asuntos sociales de mi país...

Litto Nebbia: Yo tenía la idea de que el disco debía ser muy de banda, pero que tenía que tener dos o tres matices, Y este tema, por la letra que tiene, por la temática, que es bien densa, se podía bajar, y hacerlo en acústico, sólo con las guitarras. Eso hace que le prestes más atención y escuches toda la letra.

El tilín del corazón

Andrés Calamaro: Esta letra me salio importante, es una declaración de principios bastante universal..., dice... bien podría alimentar el refranero de la esperanza y formar entre mis textos más importantes sin dudas.

Litto Nebbia: Este estaba claro, es de los que elegí de la maqueta porque sí. Por la letra y por la música quise darle una épica para que no parezca sólo un tema con su redoble de batería como si fuera una murga, no, que tuviera otra cosa, entonces le metí esos chelos en el medio y esos arreglos que son medio ingleses, que crean otra tensión y se me ocurrió al final ese corito que tiene, que es un corito como que sale otra gente recordando la situación.

Contigo aprendí

Andrés Calamaro: También pienso que escribo canciones porque necesito un guión para la película que es tocar y cantar... al mismo tiempo sé que lo importante no es, únicamente, escribir canciones, si no poder (saber y querer) cantarlas con buen color, trasmitiendo feel, sentido y sensibilidad... Por eso valoro tanto cantar textos prestados como los míos propios, y es el caso de estas palabras perfectas escritas por el maestro Manzanero ..

Litto Nebbia: Andrés tenía claro que quería grabar una versión de este bolero de Armando Manzanero. Se han hecho mil versiones, así que el reto era hacer que no sonara a lo que ya conocíamos. Lo primero que me planteé fue hacer un arreglo armónico distinto a los que uno ya ha escuchado, le cambié algunas cosas de la armonía, los contrapuntos de lo que hace el violín, de lo que hace el saxo soprano. El estilo final lo puso Andrés con la voz, porque es distinto a todos. Creo que logramos un estilo que no pierde la raíz de bolero que tiene pero no es un bolero-bolero. Tiene algo como de música de película.

El compositor no se detiene

Andrés Calamaro: Una canción de Litto que es un emblema del disco... en defensa de uno mismo y del oficio de cantar y vivir... y también nos recuerda que hay que afrontar dificultades e injusticia con orgullo y dignidad.

Litto Nebbia: Es como una reflexión parecida a la de “El tilín del corazón”; son dos letras que con un punto de vista distinto hablan de los tipos que escriben canciones. A Andrés le encantó la melodía y se prendió. La encontró razonable, y por eso canto una estrofa, la primera, y es como que yo se la voy pasando a él.

Tengo una orquídea

Andrés Calamaro: Es un texto transparente, sentimental y con un gramo de picardía. También tiene la profundidad que le da la armonía de Litto.Asimismo confieso que cualquier letra resultaría buena entre ese piano y esa orquesta, dentro de esa lírica.

Litto Nebbia: Tiene una letra muy linda, Andrés me la envió por mail y le puse la música, enseguida pensé que era ideal para hacerla con un arreglo de cuerda. Sólo hay cuerda y un piano detrás. Al escucharla por vez primera, Andrés se sorprendió, porque nunca ha grabado un tema así y él había pensado en otro ritmo para ese texto. Pero luego le gustó mucho.

Pata de rana

Andrés Calamaro: Es una auto-ironía, casi una mofa de las adicciones clandestinas. Todos tenemos una personalidad marginal escondida. Está escrita en clave disney-lisergico.

Litto Nebbia: Es el último tema que grabamos. Andrés pensó que debía estar en el disco. Lo tocamos como si fuera un blues, aunque armónicamente no lo es.

Punto argentino

Andrés Calamaro: Me gustaría que un día se cante en los colegios de mi país... la letra es crítica pero, entiendo, que es patriótica... toca algunas fibras, algunos registros y lugares sociales, que desbaratan el equilibrio del oyente, sin embargo tiene armonía y trasmite euforia, con un texto que, encarado de otra manera, podría haber sido pesimista o fatal.

Litto Nebbia: Me encanta. Era un tema difícil porque en la maqueta era, deliberadamente, una cumbia; yo no tengo nada contra ningún género musical, pero digamos que no tengo nada que ver con la cumbia y quería refinarlo. Al final le dimos un aire de música del litoral de Argentina, pero también parece una música de República Dominicana. Parece Miami Vice. Lo que está contando en la letra es pesadísimo y, fíjate, con un tipo de música y de canto que, seguramente, mucha gente lo va a tararear enseguida. Quizás muchos, sin subestimar a nadie, sigan sin entender exactamente todo lo que dice la letra, y eso está bueno también.

Cuando una voz sea de todos

Andrés Calamaro: La escribió Nebbia especialmente para cantarla, los dos, con Vicentico, el gran cantante, e intérprete, argentino. La letra vuelve a una constante en el disco, porque cantamos. Con el agravante que la escribió Litto, y que la canta con nosotros, que es el fundador del genero de rock de autor con independencia y poética.

Litto Nebbia: La escribí para que la cantáramos los tres, pensando en que tres tipos puedan hablar de una misma cosa: Andrés, Vicentico y yo. Vicentico vino una tarde y acordamos el tono que a los tres nos venía bien, el tono aceptable para cantarlo.

Antes

Andrés Calamaro: Es un instrumental de Nebbia porque Litto quería registros sonoros que rompan con el tono general del disco. Está pensado, también, como intro para el siguiente tema. Para mi los instrumentales también dicen mucho... ni hablar! la música instrumental es la música pura! Sospecho que cuando escuchamos una canción en inglés la escuchamos como oyentes instrumentales... por lo menos los que no hablamos fluidamente otros idiomas.

Litto Nebbia: Este instrumental lo hice a propósito para que sirviera como introducción a “Corte de huracán”. Me gustó hacerlo y me complació mucho que le pareciera bien a Andrés. Es una cosa tipo Morricone, como música de película, un poco medio italiana. Es un descanso mínimo, de un minuto, de tanta letra, porque además es un disco bastante largo. Cuando termina ese breve descanso, arranca “Corte de huracán”, que es como un retomar rítmicamente el tempo de “Corazón en venta”. De algún modo, sabes que con eso va a empezar el final del disco. Andrés toca el piano.

Corte de huracán

Andrés Calamaro: Es otra letra tramposa, porque aparenta existencialismo pero en realidad retrata un momento marginal... es como encontrar belleza en la basura... es un momento inconfesable convertido en cancion funk. La miseria humana termina en un momento de alegría musical. Son milagros que la música, como el cine y la literatura, hacen posible

Litto Nebbia: Me gustó toda esa vertiginosidad de imágenes que tiene la letra, que para nada tiene que ver con las que escribo yo. Es directa, una buena letra; Andrés toma como una esponja ese tipo de situación. Una cosa que se me ocurrió, como aporte para que no se perdiera la dinámica de que él pueda decir todo eso verborrágicamente es que nosotros vamos avanzando con el grupo como si fuera una fiesta funky y cuando llega el final, nos abrimos y meto ese solo de piano.

Miami

Andrés Calamaro: La letra está escrita, como “Tengo una orquídea” y “La apuesta”, durante las semanas de mezclas de “El Regreso”. Creo que componiendo juntos se armó una buena dinámica simbiótica: podría ser, perfectamente, al revés, letra de Nebbia y música mía. Es una letra de una transparencia sentimental absoluta.

Litto Nebbia: Andrés lleva la letra escrita a mano en un cuaderno, era muy larga, páginas y páginas. Me la llevé a casa y en el ordenador la pasé a limpio y la fui acortando, cuando quedó un poquito más limpia, me salió la música. Fue la primera canción que hicimos juntos. Creo que ha quedado muy linda.

Rosemary

Andrés Calamaro: Es una de las primeras cosas que escuche de Nebbia... en mi infancia!! La escuche en un film, en el cine!! y, sinceramente, siempre la quise cantar. Y se la pedí a Litto en nuestros primeros encuentros para hablar e imaginar el disco.

Litto Nebbia: ¡La escribí a mis 20 años! Estaba en una película y la conocen dos generaciones de argentinos. En su día vendió 100.000 copias. Lo que tiene de bueno esta versión es que está la línea melódica como es, como la recuerdas, pero lo que pasa atrás no y me gusta haber conseguido eso en el arreglo, con ese aire funky: Detrás hay una selva de tocada, además, de invitado está Ciro Fogliatta tocando el órgano. Tocamos como una banda negra, y la melodía no se deformó, está como la conoces.

Lo que nunca se olvida

Andrés Calamaro: Como cantante, y roquero de toda la vida, es emocionante estrenar una canción de Nebbia! Entiendo que habla de los momentos amargos y de la esperanza a pesar de todo, de mirar adelante, aún sabiendo que lo que nunca se olvida deja una herida.

Litto Nebbia: La escribí hace15 años y nunca la grabé, ni la grabó nadie, me parecía una injusticia. Se la enseñé a Andrés y le dije si te gusta, cantala. Y Andrés me dijo, sí, vamos. Me gusta. Es una canción sobria, para nada es una canción que sea de relleno.

La apuesta

Andrés Calamaro: La letra era sencilla, por la sustancia y por la métrica... se la di a Nebbia y le puso armonía compleja y un desarrollo musical interesante y arriesgado. Además le cantó una voz de referencia y tuve que cantar, la definitiva, con la referencia de Litto... y eso no es fácil, porque es un cantante extraordinario, con una afinación y un fraseo aleccionantes!

Litto Nebbia: Andrés me mandó esta letra y me salió la música, las tres partes que tiene, sin tocar ninguna palabra suya. Es un tema muy trabajado armónicamente y me pareció que estaba bien la música que le ponía para una letra que no es fácil. A él le encantó, y así la grabamos. Si la tocamos en vivo, tiene mucho para improvisar.


Ser feliz

Andrés Calamaro: Era un poco de música que tenía grabado con estos aires de bossa-nostra y un poco de locura instrumental. Litto le puso una letra optimista y reflexiva, y la misma parte la cantamos una vez cada uno. Y es un epílogo feliz para un disco generoso en colores, y aromas musicales, y en sentimiento y pensamiento, en las letras... como bien su nombre, y la esplendida foto de Robert Freeman, lo anuncian.

Litto Nebbia: Esta música estaba en una maqueta de Andrés, parecía que estaba embromando con el sintetizador y por encima escribí la letra. La tomé como final porque pensé que esa letrita, que es muy sencilla, refleja el ánimo del disco en general. A Andrés le gustó la idea. Primero le puse la voz yo solo a todo y le dije, en realidad vos también tienes que decir lo que yo digo, porque es como que los dos nos despedimos.

Andrés Calamaro & Litto Nebbia, Buenos Aires octubre de 2006

2 comentarios:

  1. cali yo ahora me estoy por comprar el cd doble + dvd de "los rodriguez". si no incursionaste... metele para adelante

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  2. pasé, miré, leí, escribí y sumé para llegar a los diez.

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