En mi opinión el “progresismo” vernáculo viene fallando y cayendo en la consideración general (y la mía en particular) estrepitosamente desde el inicio de estos 25 años de democracia. Su ausencia alarmante en las discusiones más elementales que hacen a la vida cotidiana de la gente (la política de todos los días), su ausencia en las discusiones estructurales que hacen al futuro de la Argentina y el mundo, lo ubican en un sitio marginal, ni siquiera testimonial ni crítico. Ha desaparecido de la agenda de la política, es un mamarracho que se vuelve insoportable.
Esto se me hizo patente hace unos días leyendo una revista de poca relevancia, “Algo en Común”, publicación dedicada a temas de energía y servicios públicos. Allí aparecen dos artículos, vinculados entre sí, que tienen que ver con la seguridad vial. Es un tema que, habrán visto, me preocupa. Me preocupa porque nos muestra el desastre que somos. Allí no vale culpar al FMI, a las potencias extranjeras, ni a Botnia. Depende de nuestra capacidad de gestionar, cuidarnos y comportarnos como se debe. Veamos:
Primero se indica que “según un estudio realizado por el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), nuestro país figura segundo entre las 18 naciones de Latinoamérica con mayor cantidad de accidentes de tránsito: en Argentina, por cada 100 mil habitantes, hay 28,5 muertes anuales (el índice había sido de 26,2 en 2006); mientras que México (el primero del ranking) ostenta casi 30 fallecimientos sobre 100 mil. Lejos quedan Brasil (18,5), Chile (13,1), Uruguay (17,2) y Venezuela (19,3). Por su parte, desde la ONG Luchemos por la Vida, explican que hoy en Argentina mueren 22 personas por día en accidentes de tránsito, sin poder hasta el momento contar con un registro certero de las personas que resultan heridas”.
Esto no es más que el relato de lo que ocurre y ya todos lo sabemos. El progresismo, representado por sucesivos gobiernos nacionales (Alianzas, transversales y otras yerbas) han estado ausentes de toda medida práctica sobre este tema. Más, me atrevo a decir que la única cosa que ha influido en disminuir tal cifra ha sido la creación del sistema de peajes en algunas rutas, que ha implicado una mínima señalización. Pero que es una gota en un océano caótico. Después todo ha sido énfasis en el transporte automotor, impulsar la industria automotriz como regulador de la temperatura de la economía, destruir el tren, seguir destruyéndolo prometiendo lo que no se cumple y engañando a la gente, la no realización de obras y un desprecio por el transporte público alarmante.
Todo eso no se lo demando a la “derecha” porque nunca creí en ella y porque, supuestamente, su índice de “deshumanización” es más elevado que en el “espacio progresista”.
Luego viene lo más grave, una entrevista al Dr. Guillermo Laura. El mismo que viene pregonando un plan de construcción masiva de autopistas desde hace una bocha de años. Funcionario de Cacciatore y etcéteras. Siempre soslayé sus ideas porque son más de lo mismo y no me gusta. Y aquí viene lo primero, ¿es más de lo mismo? Me parece que no, porque lo “mismo” es la NADA.
A pesar que sus ideas “desarrollistas” son, a mi juicio, equivocadas e insustentables, hay algo que me sorprende al leerlo, habla de la realidad y propone algo concreto que, a diferencia del progresismo, se le cae una idea, será una “idea fija y obcecada”, pero ojalá hubiese sueños obsesivos en el “espacio progresista”.
Paso a repasar fragmentos de la entrevista. Hablando de “autopistas inteligentes” dice: “El concepto apareció hace unos diez años. Es una autopista convencional, con el mismo diseño, más un equipamiento electrónico para mejorar la seguridad y estar en contacto con el automovilista. Por ejemplo ¿qué pasa cuando hay niebla? La visibilidad se reduce y aumenta el riesgo de choque, con este sistema la niebla se detecta antes del accidente, con un aparato que vale menos que un televisor de plasma. –¿Cuántos hay en el país?: Casi ninguno, salvo las autopistas de San Luis, que son inteligentes. -¿Cómo opera? ¿Cómo logra que el conductor se entere?: Manda una señal a un centro de control de tránsito, que decide qué medida tomar. Por ejemplo, ordena reducir la velocidad, o bien cerrar la autopista, y lo comunica a través de la cartelería inteligente (como la que se ve en Capital) –Aquí, la cartelería se usa para otras cosas…: Porque no hay información importante para transmitir, se usa para desear felices fiestas. En países como Estados Unidos, este tipo de avisos se aplica sólo en casos de emergencia y está apagado el resto del tiempo, para no distraer. Entonces, cuando hay algo escrito, el automovilista sabe que pasa algo realmente"
Es absolutamente cierto. Toda la Gral.Paz está dotada de esos carteles y sólo dicen trivialidades que nadie lee. ¿Por qué pasa eso? No es culpa de Macri, eso viene desde hace años. Pasaron y tenemos un gobierno nacional “progre”, pasaron gobiernos de Buenos Aires “progres” y no han sido capaces de emitir un mensaje útil a los automovilistas en años! ¿Por qué Laura aparece sensato? Porque el resto es el vacío sideral.
En las postrimerías del gobierno de Telerman se les ocurrió que no se cobraría peaje a quienes ingresaran a la ciudad con el auto con una cierta cantidad de pasajeros. Por supuesto, fracasó. ¿Cómo se toma una medida que debería ser posterior a otras medidas para generar alternativas a los autos que se pretenden desalentar su ingreso a la ciudad? Porque de eso vive el “progresismo”, de hacer gestos y no mover un milímetro la realidad. ¿No se trataba de cambiar el mundo? No pueden hacer que en los trenes las puertas cierren, no pueden hacer que en los kioscos haya monedas, menos van a poder discutir la reformulación del sistema financiero internacional.
Así las cosas, sigo con la entrevista a Laura: “Las estadísticas indica que, en Argentina, se pierden alrededor de 7 mil vidas anuales por accidentes de tránsito; y un 60% se produce en rutas, además de una importante cantidad de heridos: se estima que, por cada muerto, hay tres lesionados graves, con secuelas importantes para su vida, como quedar paralíticos. Eso llevaría la cifra a 21 mil heridos graves”.
El plan de Laura es construir 13.000 kilómetros de autopistas, es demasiado y no resuelve el problema por sí mismo, hace falta una reestructuración del sistema de transporte a escala nacional donde el tren tiene que volver a ocupar un rol central. Nada que no se sepa. Un grupo de autopistas no admiten más tiempo sin convertirlas en rutas libres de accidentes, Buenos Aires-Rosario, Rosario-Santa Fe y la finalización de Rosario-Córdoba. En ellas el mayor gasto está hecho, sólo hace falta poner gestión en ellas. Laura propone un sistema de financiamiento que el usuario lo pague una vez puesto en funcionamiento el servicio, y no pagarlo por adelantado. Es un criterio, podría haber infinitos.
"-¿Qué otros beneficios tiene las autopistas inteligentes? –Se lograría bajar un 30% el tiempo de viaje en larga distancia, además de una considerable baja en los accidentes, sobre todo frontales. Yo siempre digo que, en Argentina, es obligatorio manejar a contramano, por eso hay tantos accidentes. -¿Podría explicar? –En una carretera angosta, es obligatorio circular a contramano para adelantarse a un vehículo, porque hay que usar la mano contraria. Por lo general, sale bien; pero, cuando se da un choque, hay más del 60% de posibilidades de que el accidente sea mortal. Hay una anécdota al respecto de Carlos Di Palma, el piloto de TC: cuando le preguntaron si era muy peligrosos manejar en el autódromo, él dijo: ‘no! Si vamos todos para el mismo lado”
Esto que relato es un pequeño ejemplo donde el espacio de discusión de las cosas de todos los días (miles de personas transitan por rutas peligrosas todos los días!) carece de la presencia de los actores del llamado “campo progresista”. Todos estos temas parecen irremediablemente delegados para los actores de liberalismo, ortodoxos y conservadores. Siendo así, lamentablemente, las soluciones carecerán de una visión de largo plazo y de sustentabilidad porque en ellas siempre prevalecerán ecuaciones con unas pocas variables. Quienes deberían estar pensando las cosas concretas de un modo más integral están ausentes desde hace años.
Anexo inconexo
Sin relación a esto, pero a mí se me hace irremediablemente presente, deben estar enterados que el próximo 24 de marzo viene a tocar a la Argentina Radiohead y Krafwerk juntos. Demasiado, no? A kraftwerk hay que verlo, es de esos pocos shows musicales que son imprescindibles de ver. Con Radiohead va a ser muy fuerte. Recuerdo en 1998 en la primera presentación de Kraftwerk en Argentina no pude luego dormirme porque lo que había visto y oído me seguía sonando en la cabeza. Pongo aquí una presentación de los alemanes con su tema “Autobahn”. Siempre esa mezcla de tecnología, melancolía retro y cinismo sobre la modernidad. Un dato, la primera autopista del mundo se construyó en Alemania, bajo el régimen nazi. Para Krafwerk un detalle no menor.
Muy buena entrada, ideal para todos los que participamos de la desicusión sobre las elecciones ne "Bien Mufado". Pero como nada puede ser perfecto, ¿qué necesidad había de poner un video de Krafwerk? Como para ibas a poder dormir si es una pesadilla.
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