miércoles, 3 de diciembre de 2008

Acuarela 4. El Rayo. Las cosas tienen movimiento (parte 2)























Sigo. En la carrera hacia la producción del número 4 y procurando consolidar el crecimiento que experimentábamos nos lanzamos a un serie de iniciativas en búsqueda de fondos, principalmente, a través de la producción de espectáculos. La Trova Rosarina aún permanecía en Rosario y tampoco se llamaba así, así que era relativamente sencillo acordar con ellos armar peñas, recitales y repartir ganancias y pérdidas.


El esfuerzo más estructural para enfrentar la crisis y pegar un salto fue la conformación de APAR (Asociación de Publicaciones Alternativas de Rosario) donde superando las normales “rivalidades” de tendencias, estilos y esas cosas, nos sentábamos a coordinar como salir a la superficie y mantenernos a flote.


Las reuniones de APAR las recuerdo como algo realmente surrealista, literalmente. Las reuniones se solían hacerse en el local de Cucaño, grupo de intervención surrealista que era conformado por múltiples sub-grupos experimentales de teatro, música, historieta, etc. Por ese entonces, se habían comprado sintetizadores y demás parafernalias de sonido. Así que al mismo tiempo que deliberábamos en un salón, en el de al lado deliraban experimentando con sonidos (como mínimo), y así repentinamente nuestras conversaciones podían verse inundadas por una tormenta de explosiones y vuelos rasantes o escuchar una siniestra banda de sonido que era la prueba elocuente que el Conde Drácula acababa de salir de la tumba y deambulaba por esa casona. En fin, no era fácil tanta “avant garde” junta. Una breve reseña sobre Cucaño bien vale mirar un sitiodel Zapo Aguilera, y en este artículo de La Capital


En esos meses finales de 1981 crece APAR y es realmente interesante la cantidad de revistas que empiezan a sumarse y crecer. Comenzamos a organizar peñas, recitales, festivales de cine, mesas de venta de las revistas en los

recitales, hablar con los kiosqueros y, por sobre todo, conocernos entre nosotros. Con muchos todavía nos seguimos cruzando aquí y allá.









Un registro musical histórico de ese momento es esta grabación de un concierto realizado por Babglietto, Páez, Garré y Goldín en el Café de las Artes, reducto amigo que además anunciaba en Acuarela. La grabación la extraje de La Cofradía.


Volviendo sobre el número 4, lo primero que destaqué anteriormente fue su mejor armado y nueva diagramación. Esto fue producto del descubrimiento de nuevas técnicas, hasta ese momento inaccesibles y desconocidas por nosotros, la máquinas “composer”, que luego de tipear todo un artículo te lo escupían justificado en ambnas márgenes! O el acceso a las “tituleras” del diario La Capital, máquinas de las que amigos de adentro nos contrabandeaban los títulos en formato profesional, y así abandonamos el “letraset”. Pero por sobre todo, tuvimos la extraordinaria colaboración de Raúl Woodlands, diagramador profesional que puso todo su talento y estudio de diseño a disposición de Acuarela. Realmente una aporte excelente.


Lo parte rara y bizarra fue que Raúl era parte de “La Comunidad”, la secta de Silo, hoy conocida como Humanismo. Acuarela era en ese momento un foco de atracción de diferentes grupos políticos, artísticos, espirituales, etc. La Comunidad nos quiso “seducir” y llevarnos para sus filas. Fue en ese momento una situación que debimos manejar con cuidado. Raúl hizo un gran trabajo para este número, pero su adhesión al “siloísmo” nos jugó una mala pasada: en la historieta que le publicamos en este número, en página central, minutos antes de meter los originales en imprenta, nos colocó a un chaboncito haciendo el símbolo de “La Comunidad”, fue el final. Así actúan las almas atolondradas de dogmas.


En ese tiempo, La Comunidad intentó todo para atraer nuestra atención. Un Domingo o Sábado no pudimos evitar una de las miles de invitaciones a sus reuniones, y allí fuimos con Benito y Guillermo a una de esas reuniones de información/reclutamiento, la consigna con la que fuimos era que a la primera señal, huiríamos. No duramos ni 15 minutos y nos recuerdo corriendo como dos cuadras muertos de risa y espantados de lo que acabábamos de escuchar. Luego a matear como se debe.


En fin, el salto de calidad de Acuarela 4, tuvo un precio no muy alto, pero hubo que bancar con paciencia china la perorata siloista de unos cuantos que se nos habían adosado. Luego del episodio de la historieta y con el número en la calle no hubo más diálogo.


Paralelamente a este salto en diagramación, nuestro archivo fotográfico crecía exponencialmente, más de lo que podíamos administrar. El bunker de Popo era en parte un gran laboratorio fotográfico donde el descontrol de químicos, papeles fotográficos, rollos y trípodes convivían de manera peligrosa con los demás aspectos de la vida cotidiana de un departamento habitado por humanos. Uno podía tomarse de la heladera un trago de líquido fijador o hacerse un caldo Knorr en base a revelador, ya que todo eso era parte de la cocina/laboratorio. Así Popo pasaba noches enteras bajo la luz roja buscando alguna revelación inédita o fijar alguna imagen en el punto exacto. Hasta que en algún momento lo veíamos emerger de la cocina/laboratorio con los ojos rojos de no haber salido de allí vaya a saber desde cuándo.


Ese cóctel químico pudo haber generado un Seveso barrial y hoy estaríamos procesados por daño ambiental colectivo, pero sólo hubo que lamentar un estado de coma transitorio por intoxicación de Popo que sólo duró un par de días.


El baño era otra experiencia insólita, todo era un gran secadero de negativos recién revelados que colgaban de infinitos hilos. Así que había que desplazarse por ese espacio sin tocar los negativos a riesgo de arruinar horas y horas de trabajo.


De todo eso, como ya lo dije, y no me cansaré de repetirlo, se perdió todo. “Las cosas tienen movimiento” diría Fito Páez, pero en el caso de Popo,las cosas sufrieron sacudones que nos dejaron sin nada de todo eso. Pero no importa, siempre estarán.


Este es un recorte de la época que publicó "El Expreso Imaginario".


Para terminar esta etapa. "las cosas tienen movinmiento", tema de Fito de aquellos tiempos que fuera grabado por Baglietto en en 1985. Aqui pongo una versión en vivo de Fito con Spinetta del 2005.



LAS COSAS TIENEN MOVIMIENTO

Muchas veces me pregunto

que estamos haciendo aca

dejo de pensar y veo que al final

siempre estaras,

siempre estaras

en mi.


He llegado a no escucharte tocar fondo

tanta inmensidad, perdidos de verdar aqui

y es que siempre estaras,

siempre estaras, en mi.

Una voz, como un sentimiento

o una cancion

algo mas

que me ayude a despertar

a seguir, a no bajar la guardia

siempre a seguir

no esperes no te enseñaré a vivir .

Movimiento, las cosas tienen movimiento

la oportunidad de estar en libertad

es que siempre estaras

siempre estaras en mi.


Como un soplo como una lluvia

como un rayo una luna

oxigenaras, mi vida hasta estallar

es que siempre estaras

siempre estaras en mi.

Una voz …


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