viernes, 30 de mayo de 2008

Los Libros de la Buena Memoria

Como he tenido muy poco tiempo en estos últimos días, aprovecho para seguir "reciclando" viejas notas del blog previo. El suplemento Radar (Página/12) trae una sección muy buena (cabe señalar que es para mi el mejor suplemento dominguero) en donde un artista elige una obra de otro artista para escribir sobre ella. Esta nota salió, creo el 4 de marzo de 2007 (fecha dudosa porque no la coloqué en la entrada original). Bueno disfrutenlá.

Cali

un músico elige su canción favorita: ariel prat y “los libros de la buena memoria”, de spinetta

La llave del mandala

Por Ariel Prat

Mis gustos musicales están muy arraigados en general al tango y a la milonga desde pibe. La radio fue mi guía, no tuve tocadiscos ni tele hasta casi la adolescencia. Pero cuando escuché al Flaco por primera vez en el ’74, fue Pescado 2, su voz me orientó a otro margen del arrabal, acompañado por esa poesía única de reo en franca explosión atronadora y misteriosa, como escribiera alguna vez para una canción que nunca terminé el flaco Guillermo Saavedra (“el tiburón de Pompeya”): “Tu voz pecera luminosa/ me lleva más allá del fastidioso escollo de los verbos”, ¿qué más?...

Una noche en Zaragoza, en una cena después de un concierto (el único allí), me junté con él y su gente. Recuerdo que fue en el 2002, justo había terminado el Mundial, y el Flaco iba por primera vez de gira por Toulouse, Barcelona y Zaragoza. Tuve la oportunidad, luego de hablar de nuestra gran pasión, que es River, de contarle algo que quería que supiera; por cariño a su obra y a su don de personaje turro pero en frac y por mi rendida admiración: “Flaco, en todas las pruebas de sonido, hace años que como talismán hago una versión de ‘Los libros...’. Es infaltable, y a veces los músicos se enganchan en la versión. Qué sé yo, quiero que lo sepas, ese tema es parte de mi entraña porteña y musical y lo amo profundamente...”. Quedó esto como parte de la conversa, se asombró un poco y al rato, a los postres, me dijo: “Negro, por favor, acercate...” Yo pensaba: “¡Zas!, ¡el Flaco me va a contar aquel secreto, el flujo de la poética spinettiana y el sacudir jadeante de sus sueños...!”. Puse la oreja a su voz en medio de la mesa aragonesa, preparado para recibir el mandato, ¿la llave del mandala quizá?...

“Decime, ¿acá es cierto que el salchichón es lo mismo que el salame?”

Licor no vuelvas ya, ¡¡¡deja de reír!!!!

Alto el flaco, todo un libro él...

Tras su presentación en el Festival Internacional del Tango, Ariel Prat, “El Juglar” porteño radicado en España, interpretará varios de sus temas conocidos y parte del que será su inminente sexto trabajo, nuevamente con Dani Buira y el acompañamiento de su “Club Murguérico”: Miguel Suárez (guitarra, bajo y coro); Nano Campoliete (guitarra, acordeón y coro); Ale Caraballo (bombo murguero y cajón); Javi Giangualani (bombo murguero); Esteban Buazzo (percusiones) y Omar Massa (bandoneón) .
Todos los jueves del mes a las 22 en C. C. Torquato Tasso, Defensa 1575, San Telmo.
Y el viernes 9 en el Aserradero de Rosario, también a las 22.

Los libros de la buena memoria

El vino entibia sueños al jadear
Desde su boca de verdeado dulzor
Y entre los libros de la buena memoria
Se queda oyendo
como un ciego frente al mar.
Mi voz le llegará
Mi boca también
Tal vez le confiaré
Que eras el vestigio del futuro.

Rojas y verdes luces del amor
Prestidigitan bajo un halo de rouge.
¿Qué sombra extraña te ocultó de mi guiño,
que nunca oíste la hojarasca crepitar?

Pues yo te escribiré
Yo te haré llorar
Mi boca besará
Toda la ternura de tu acuario.

Mas si la luna enrojeciera en sed
O las impalas recorrieran tu estanque
¿No volverías a triunfar en tu alma?
Yo sé que harías largos viajes por llegar.

Parado estoy aquí
Esperándote
Todo se oscureció
Ya no sé si el mar descansará...

Habrá crecido un tallo en el nogal
La luz habrá tiznado gente sin fe
Esta botella se ha vaciado tan bien
Que ni los sueños se cobijan del rumor.

Licor no vuelvas ya
Deja de reír
No es necesario más
Ya se ven los tigres en la lluvia.

“Los libros de la buena memoria” integra el LP El jardín de los presentes, tercer y último disco de larga duración de la banda Invisible, que integraban Luis Alberto Spinetta (voz y guitarra)’, Carlos “Machi” Rufino (bajo) y Héctor “Pomo” Lorenzo (batería). Invisible nació en octubre de 1973; fue la tercera banda de Spinetta, tras la separación de Pescado Rabioso. Con Invisible, dijo alguna vez Spinetta, se alcanzó cierto balance: “Si el primer disco de Almendra fue dulce y el segundo agresivo, en Pescado sucedió al revés: con el segundo disco doble se almendrizó el sonido. Con Invisible llegó el equilibrio entre ambos mundos”. El debut en vivo fue a fin de año, y a principios del ‘74 editaron sus primeros simples: “Elementales leches” y “Estado de coma”. El primer LP, Invisible, tenía una duración tan extensa que traía un simple a modo de “bonus”, con las canciones “La llave del mandala” y “Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo”. Sus dos LP siguientes serían el “conceptual” Durazno sangrando (1975) y El jardín de los presentes (1976), donde ya se había sumado el guitarrista Tomás Gubitsch y se incorporaron como invitados Gustavo Moretto y los bandoneonistas Rodolfo Mederos y Juan José Mosalini. “Los libros de la buena memoria”, “El anillo del capitán Beto” y “Que ves el cielo”, tres de las canciones de este disco, terminaron entre las más conocidas de la banda, que se separó inesperadamente en su momento de mayor popularidad, tras dos recitales en el Luna Park, en diciembre del ‘76.



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