martes, 29 de junio de 2010

Sincronicidad, un desetello y un poeta encendido (taller 7)

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Por esas sincronicidades de las que se alimenta esta blog, quiero recordar que a comienzos  de 1986, cuando la formación del Taller estaba en pleno proceso, se me abre la oportunidad de estrenar mi recientemente  emitido pasaporte para salir pro primera vez del país.  dónde?… Cuba. Recuerdo que ocurrió al mismo momento que sucede el accidente del Challenger (enero 1986).
Resulta que Alfonsín había acordado con las autoridades cubanas el permiso de viajes charter y un método de visado que no quedaba registrado en ningún lado, es decir, mi reciente  pasaporte fue estrenado con una salida del país y a los 15 días con una entrada. En el medio fui abducido por extraterrestres. La democracia había que exprimirla. Mis ideas nada tenían que ver con el marxismo leninismo, pero había que conocer. Allí fui, con el salvoconducto de un fenomenal congreso de educación y no se cuántas cosas más. No importa, viajé con media dirigencia del “fede” de Buenos Aires y la otra mitad de la “fede” de Rosario. Yo, una mosca blanca. No importa, a los dos días ya había hecho contactos del tercer tipo con marcianos que detecté a lo lejos cuando vi a uno con un disco de Van Hallen bajo el brazo, iba por la vereda de enfrente, y ahí empecé a conocer otra Cuba, de madrugada, jugando a los turistas con mis nuevos amigos de la bohemia de La Habana, mucho ron y rock&rol, esquivando a los soplones del barrio y de día tomando helado en Copelia. Fidel? si lo vi un par de veces. Todo eso es para otro cuento. Fui a los míticos estudios Egrem a comprar discos. Descubrí que Pablo Milanés es un mostruo grande y pisa fuerte. Me traje todo lo que pude, me endeude bien endeudado. Descubrí que Pablo Milanés era un artista inmenso mucho antes de ser un artista “revolucionario”.
Viajé con Alberto Paglia, creo que ambos andábamos con problemas de corazón.
Quiero ahora sólo recordar uno de los mejores discos que e traje y que hoy lo recordaba cada vez que el asco me invade el alma. Es un disco con poesías de ese animal inmenso que es José Martí: Banquetes de Tiranos

Muchas joyas, inmateriales todas, me traje de Cuba. Este Pablo Milanés es una.
En el preciso momento que el relato del Taller Ecologista atraviesa estos meses, se me cruza en el camino este poema, así despojado como lo hace Milanés, que hoy se me vino a la cabeza cuando veo que la avaricia come manjares nuevos. Si Martí viviera sería ricotero! .
Cali

2 comentarios:

  1. Que buena entrada, me gusto. Gracias por compartir a Milanes y Marti, un lujito por estos tiempos mediocres.

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  2. Muy buena entrada y las 5 anteriores. las "devore" desde un iphone, que ironia.
    Milko

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