viernes, 18 de septiembre de 2009

Minería a cielo abierto

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Cuando utilizo la expresión “turbocapitalismo” me refiero al salto cuantitativo y cualitativo que ha dado en su desarrollo el capitalismo en las últimas 5 décadas. Tomo esa expresión porque no sólo alude a la escala gigantesca que ha alcanzado el espacio de los negocios, donde todo se vende y compra, sino también a una dimensión nueva en su capacidad de penetrar en los espacios más íntimos y sagrados de la vida y convertir en mercadería y transformar en transacciones monetarias hasta lo inimaginable. Todo en un grado de profundidad y velocidad jamás antes visto y apenas pensado.

Quienes sigan creyendo que el capitalismo es hoy lo que se describió en los “manuales” de hace más de un siglo no percibirán su capacidad de seducción y corrupción mental con la que opera esta mega-máquina que fagocita todo y que todo le sirve de alimento, hasta las más sagradas intenciones. Este torbellino enloquecedor del marketing permanente alimenta y acelera un consumismo depredador de la naturaleza y la sociedad. En ese torbellino, ya casi no hay exento espacio alguno.image

Usaría una expresión, tan lugar común ya, que se trata de un capitalismo en estado líquido, que penetra de manera inexorable en cada grieta, pliego y cada intersticio de nuestras relaciones sociales. No hay espacio que no lo ocupe el marketing. Miro a veces con un poco de tristeza a nuestras propias conversaciones personales auspiciadas por múltiples mensajes pagos en google, facebook o donde fuere. No hay espacio físico o virtual vedado al mercado.

Hace unos días, en un evento sobre temas de energía, tuve la oportunidad de hablar con diversas personas y, como suele suceder en esas reuniones, uno llega al final del día con tarjetas, revistas y folletos de las más variadas índole. Al otro día descubro que una de esa revistas acopiadas era “Coordenadas”, órgano oficial del Concejo Profesional de Ingeniera en Telecomunicaciones, Electrónica y Computación. Luego de hojearla veo que una de sus notas es “Maestría en Data Mining – UBA”, una de las disciplinas emergentes en el actual estadio del este capitalismo de alta velocidad.

Comenté ya mi asombro y alerta sobre la investigación y el uso de nuestros rastros digitales cotidianos sean escrutados detalladamente para prepararnos la celada del “mercadeo”. Esto ocurre cotidianamente, todo el tiempo y con cada una de nuestras acciones que dejan algún rastro en algún lado. Somos usados para que eso tenga valor de “mercado”.

Mi sorpresa es que no sabía que desde el año 2004 en la UBA se 6919_NpAdvSinglePhoto dicta una maestría en data mining. Según se explica en el artículo, “durante la última década se han acumulado enormes cantidades de datos en todas las organizaciones, empresas e instituciones y esta tendencia continúa a un ritmo acelerado. Dicho incremento fue posible gracias al uso de los sistemas computarizados, las nuevas técnicas de captura de datos, el empleo de códigos de barra, los lectores de caracteres ópticos, las tarjetas magnéticas, etc. y por el gran avance en la tecnología de almacenamiento y su consiguiente reducción de costos.”

Visitando algunos páginas y blogs de gurúes (en semejante disciplina no pueden faltar!) veo citado el siguiente ejemplo:

“Un clásico de aplicación de la minería de datos tiene que ver con la detección de hábitos de compra en supermercados. Un estudio muy citado detectó que los viernes había una cantidad inusualmente elevada de clientes que adquirían a la vez pañales y cerveza. Se detectó que se debía a que dicho día solían acudir al supermercado padres jóvenes cuya perspectiva para el fin de semana consistía en quedarse en casa cuidando de su hijo y viendo la televisión con una cerveza en la mano. El supermercado pudo incrementar sus ventas de cerveza colocándolas próximas a los pañales para fomentar las ventas compulsivas.

También es un área en boga el del análisis del comportamiento de los visitantes —sobre todo, cuando son clientes potenciales— en una página de Internet. O la utilización de la información —obtenida por medios más o menos legítimos— sobre ellos para ofrecerles propaganda adaptada específicamente a su perfil. O para, una vez que adquieren un determinado producto, saber inmediatamente qué otro ofrecerle teniendo en cuenta la información histórica disponible acerca de los clientes que han comprado el primero. ESTA ES LA TECNICA DE "AMAZON.COM"

Así son las cosas. De manera amigable, imperceptible, somos objetos permanentes de investigación mediante el uso de los datos que nuestras conductas van dejando y así se “diseña” la próxima oferta navideña, el próximo “hit”, el próximo gadget que diseñarán acorde a los estímulos que previamente indujeron en nosotros. image

Todos participamos de esta maquinaria aportando datos en cada consulta que hacemos en internet, en cada opinión que emitimos. Somos permanentemente observados, estudiados y desmenuzado nuestro comportamiento.

Vivimos, como alguna vez lo describió Viviane Forrester, en “una dictadura sin oposición” :

Para este régimen no se trata de organizar una sociedad sino de aplicar una idea fija, diríase maniática: la obsesión de allanar el terreno para el juego sin obstáculos de la rentabilidad, una rentabilidad cada vez más abstracta y virtual. La obsesión de ver el planeta convertido en terreno entregado a un deseo muy humano, pero que nadie imaginaba convertido -o supuestamente a punto de convertirse- en elemento único, soberano, en el objetivo final de la aventura planetaria: el gusto de acumular, la neurosis del lucro, el afán de la ganancia, del beneficio en estado puro, dispuesto a provocar todos los estragos, acaparando todo el territorio o, más aún, el espacio en su totalidad, por encima de sus configuraciones geográficas.”

El espacio acaparado es cada vez mayor y, como toda buena dictadura, la oposición es escasa, mas aún, la inmensa mayoría somos colaboracionistas. No hay una oposición a la apropiación de todo por parte del mercado, ¿la podría haber?

Para las autoridades de la Universidad de Buenos Aires “sin duda estos datos representan un activo para cualquier tipo de organización que los posea, en la medida en que puedan ser transformados en información útil, porque del análisis de los mismos pueden surgir importantes ventajas competitivas o soluciones novedosas para antiguos problemas, tanto en el ámbito empresarial como científico”.

Mientras las estadísticas aportan datos en un plano de generalidad importante, de lo que aquí se trata es de “la extracción no trivial de información implícita, previamente desconocida y potencialmente provechosa” por esta razón la técnicas de minería de datos “han adquirido una importancia no menor en áreas tales como estrategias de marketing, soporte de decisiones, planeamiento financiero y análisis de datos científicos”.

Lamentablemente mi vieja estrategia de contaminar las bases con datos falsos es cada vez más difícil de ejecutar. ¿dónde me quejo?

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Fragilidad

Ando de convicciones frágiles, por eso he comenzado a comprar discos que son “grandes éxitos”, aunque deben ser ediciones realizadas por el artista!. Así me compré “Closer to you: the pop side” de Cassandra Wilson.image Un poco de este estandard de Sting y nos olvidamos un momento de la feria descomunal en que se ha convertido el mundo.

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